Tito, 90 años: "Pasaron volando"

El popular hostelero de la Cantina de Renfe recibe un cálido homenaje de clientes y amigos al convertirse en nonagenario

El concejal Manuel Campa, la presidenta del Club de Guisanderas, Amada Álvarez Pico; el homenajeado, Tito Fernández, y el pintor Favila posan con los comensales que acudieron a la espicha sentados detrás. | Ricardo Solís

El concejal Manuel Campa, la presidenta del Club de Guisanderas, Amada Álvarez Pico; el homenajeado, Tito Fernández, y el pintor Favila posan con los comensales que acudieron a la espicha sentados detrás. | Ricardo Solís / Francisco L. Jiménez

Francisco L. Jiménez

Francisco L. Jiménez

Un "suspiro". Un "ratín". Así percibe el hostelero Arsenio Fernández, "Tito", según propia confesión, que le pasaron los 90 años recién cumplidos. O sea, "volando". Pero en estos 90 años de vida –en realidad 90 y un día–, al popular cantinero de Avilés le ha dado tiempo a muchas cosas, una de las más valiosas amasar una legión de amigos que ayer se reunieron en la sidrería Yumay de Villalegre para agasajarlo con una espicha y brindar por sus 90 años "y los que vengan a partir de ahora".

El cumpleañero agradeció la organización de la espicha con un discurso trufado de buen humor, su seña de identidad dentro y fuera de la Cantina de Renfe que empezaron a regentar su padres hace ahora 85 años y a la que él le dio continuidad adaptando su oferta a los tiempos y las modas.

Así, dijo estar "rematadamente bien de todo salvo por la salud, la movilidad, la falta de apetito y la pérdida de pelo, vigor y memoria. Salvo eso, todo bien". Tito cerró su alocución cursando invitación a todos los presentes para acudir dentro de diez años a la fiesta de su centenario y avisando que solo valdrá como excusa para faltar a esa cita "la presentación de esquela".

Favila entrega a Tito Fernández el regalo de los asistentes a su homenaje, un cuadro de los miembros de la tertulia «La gabardina». | F. L. J.

Favila entrega a Tito Fernández el regalo de los asistentes a su homenaje, un cuadro de los miembros de la tertulia «La gabardina». | F. L. J. / Francisco L. Jiménez

Previamente a las palabras de Tito, la había glosado su amiga y cronista oficial de Avilés, Pepa Sanz, quien se valió de flashes de la vida del homenajeado para perfilar su figura: la tristeza de la posguerra que conoció cuando vivió de niño en Sabugo, su conversión en cantinero para dar continuidad al negocio familiar, los sucesivos giros que dio a la Cantina adelantándose siempre a las tendencias del sector y los gustos de la clientela, el Tito apasionado de coleccionar objetos ferroviarios y náuticos..

Y, en suma, "el hombre que hizo todo eso y mucho más sin dejar en todo momento de hacer amigos".

Los miembros de la tertulia "La gabardina" –con sede en la Cantina y promotores de la fiesta del 90.º cumpleaños de Tito– le entregaron como regalo en nombre de todos los asistentes un cuadro pintado por Favila; y Amada Álvarez Pico, presidenta del Club de Guisanderas Asturianas, un libro de recetas para que el decano de la hostelería avilesina, reconocido sibarita, siga dando gusto a su afinado paladar.

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