1-1: El Avilés se libra del eclipse ante el Marino

Los blanquiazules sufrieron ante un Marino que pudo llevarse el derbi comarcal gracias a varias acciones muy peligrosas

Una disputa entre Miguel Cuesta y Jesús del Amo

Una disputa entre Miguel Cuesta y Jesús del Amo / Mara Villamuza

Noé Menéndez

Noé Menéndez

A punto estuvo el Avilés quedarse sin luces, como si el eclipse de mañana se adelantase en el tiempo. Los blanquiazules firmaron un empate ante un Marino que estuvo muy cerca de marcharse del Suárez Puerta con los tres puntos bajo el brazo. Los gozoniegos tuvieron las mejores ocasiones, pero finalmente Natalio pudo igualar el tanto inicial de Miguel Cuesta. Al final, un punto que sabe a poco a ambos conjuntos.

La primera parte del Avilés siguió la tónica habitual de lo vivido durante toda la temporada. Los blanquiazules tenían el mando del encuentro, pero sin ser capaces del derribar el muro gozoniego, muy bien plantado con dos líneas de cuatro muy juntas que apenas dejaban fisuras. Los avilesinos trataban de desbordar por banda, pero las ayudas de los gozoniegos eran muy efectivas, ahogando a los posibles centradores locales. Eso sí, el dominio del balón era prácticamente total por parte del Avilés, aunque faltaba mordiente ofensiva.

Ese poco colmillo se lo recriminó el público del Suárez Puerta al Avilés. Aunque los blanquiazules trataban de sacar el balón jugado, sobre todo por medio de Mecerreyes, los seguidores empezaron a irritarse, pitando a sus propios jugadores a mitad del primer tiempo. El que se mostró más brillante en sus acciones fue Marcos Trabanco, que era el más inspirado de los jugadores locales.

La paz que se respiraba en el encuentro, con los dos conjuntos sin apuros en el terreno de juego, se encargó Miguel Cuesta de cargársela de un plumazo. En una jugada que parecía aislada, ya que el balón llegó hasta Dennis, el guardameta lanzó un balón largo a Miguel Cuesta que, tras vencer en la disputa a los centrales del Avilés, cazó la pelota y, con un disparo potente, puso al Marino por delante. El luanquín, que celebró el gol besando el escudo, desató la locura de la afición gozoniega desplazada a tierras avilesinas.

Al Avilés empezaron a entrarle las prisas y, por ello, metió una marcha más en ataque. Los blanquiazules se atrevían a correr más riegos, tratando de buscar la espalda de un Marino que se defendía a capa y espada. En uno de esos balones Julio trato de romper líneas de presión y su pase, que intentó cazar Natalio, llegó a Claudio. El leonés se fajó de Mena, aunque el balón acabó en el aire, y, cuando Dennis quiso hacerse con él, arrolló al blanquiazul realizando un penalti claro. Natalio, desde los once metros, no perdonó y puso la igualada en el marcador.

Álvaro Fernández tuvo, nada más volver a reanudar sel juego, que hacer gala de sus mejores reflejos para achicar una doble ocasión del Marino, que a punto estuvo de volver a ponerse por delante en el marcador. El Avilés quiso dormir el partido, creando posesiones más largas, y solo dispuso de una acción más de peligro, un disparo de Miguel Sierra que repelió Dennis; mientras que el Marino estuvo muy cerca de hacerse en la victoria en un corner botado por Lora que salvó Claudio en la línea.

El final no fue apto para cardiacos. Avilés y Marino reclamaron sendos penaltis que el árbitro no vio, provocando el cabreo de gran parte de la grada y haciendo que, finalmente, el luminoso no se moviese.

Al final, reparto de puntos que deja insatisfechos a ambos equipos. El Avilés sigue en tierra de nadie, mientras que este punto sabe a poco a un Marino que sigue luchando por salvarse. A falta de un mes de competición, ninguno de los dos tiene seguro que estará el año que viene en la categoría.

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