Pablo Remón | Director de «Vania x Vania», jueves y viernes en el Niemeyer

Pablo Remón, director: "Avilés se ha convertido en un polo del teatro nacional"

"Creo que ahora se necesita más teatro que nunca, porque nos da esa paz para poder desconectar del mundo"

Pablo Remón, en una imagen de archivo. | Miki López

Pablo Remón, en una imagen de archivo. | Miki López / Noé Menéndez

Noé Menéndez

Noé Menéndez

Pablo Remón es uno de los nombres de moda dentro del teatro nacional. El madrileño, que confiesa ser un enamorado de Avilés, ha estado durante más de un mes llenando las Naves del Español en Matadero, en Madrid, con su nueva obra, "Vania x Vania". Se atreve a reinterpretar uno de los grandes clasicos de Chéjov, Tío Vania, juntando en escena dos puntos de vistas diferentes de ver la misma obra. Abre su gira nacional en Avilés este jueves en el Centro Niemeyer. Antes, mientras sale de casa, atiende a LA NUEVA ESPAÑA.

–De primeras llama la atención el formato que ha escogido, decidiendo representar dos obras a la vez.

–Es normal que llame la atención. Como dices, es como coger una misma obra, un clásico de Chéjov, pero es una obra tan rica que se puede ver desde muchos puntos de vista. Lo más interesante de todo es ver desde donde la interpreta cada uno, que mirada ha escogido el director. La idea es utilizar a los mismos actores y hacer con ellos dos representaciones seguidas. Son dos obras nuevas, las dos están reescritas, pero que a la vez parece que ves todo desde dos caminos diferentes

–¿El público no se puede llegar a confundir?

–Por ahora no ha pasado. Son dos acercamientos muy diferentes entre sí. Lo mejor es que se crea una complicidad con los actores, porque ves a la misma persona hacer cosas distintas. Las obras son muy diferentes, son independientes e incluso dan la oportunidad de ver una sin tener que ver la otra. El que ve todo de seguido puede apreciar, incluso, que aparecen líneas entre los personajes, como todo puede llegar a estar entrelazado

–Parece todo muy novedoso.

–Tiene mucho que ver con el teatro, que es lo que hace que el teatro sea muy diferente al resto de espectáculos. Lo más interesante, para mí, es esa sensación, saber que lo que se está viendo solo sucede una vez. Y hacer dos veces la misma obra es algo que solo existe en el teatro. Con ello hacemos que el espectador esté pegado a su butaca cuatro horas seguidas, te da una sensación muy de maratón, algo que no se consigue en otros escenarios.

–En una sociedad que cada vez necesita más estímulos, que no puede estar más de diez minutos sin mirar el móvil. ¿cómo consigue tener enganchado al público durante cuatro horas?

–Es otra de las cosas que el teatro tiene diferente al resto. El teatro exige concentración, que puede parecer exigente de primeras, pero es sumergirse en otro transcurrir del tiempo. Tiene eso, que es como de ritual, que lo hace muy especial. Creo que ahora se necesita más que nunca, porque nos da esa paz para poder desconectar del mundo.

–¿No es muy osado intentar reinterpretar los clásicos?

–Los clásicos están para traerlos al presente o ver que nos pueden aportar. No me interesa hacer las cosas como se hacía en determinado momento, el teatro tiene que hablarte del aquí y del ahora. Los personajes que hay a un lado tienen que estar en el mismo tiempo que los que ven la obra. El teatro tiene que estar vivo, actualizarse. Yo he hecho dos versiones, en la primera he zarandeado un poco el clásico, porque creo que es necesario; y por otro lado, en la segunda versión, he hecho un dialogo entre la obra original, que está situada en Rusia, y algo ubicado en el aquí y el ahora. Esas dos partes dialogan.

–No es la primera vez que se atreve con un clásico.

–Hace unos años hice una versión de Lorca, que era prácticamente una obra nueva que recogía partes de la obra original. Yo no me planteó la necesidad de cambiar el texto, si no hacer las cosas de la manera honesta.

–Parece que tiene un cariño especial a Avilés. Siempre que está de gira se pasa por aquí.

–A Avilés le tengo un cariño más que especial. La primera vez que salí de gira fue en Avilés, hace once años. Fue con una obra pequeñita, en una sala pequeñita, pero desde aquella le he cogido mucho cariño. Avilés, por la política cultural que ha desarrollo en los últimos años, ha conseguido convertirse en un polo del teatro nacional. Es de los sitios donde se ve mejor teatro.

–¿Cómo cree que acogerá la obra el público asturiano?

–Espero que la disfruten. Estas dos obras don muy divertidas y gozosas de ver, con dos actores que manejan la comedia a la perfección. Creo que el público se lo pasará en grande en el teatro.

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