El Gasómetro

Prácticas que vuelven

El cambio en la fisonomía y organización de las ciudades y las nuevas formas de movilidad

Hubo un tiempo en el que algunos teníamos la suerte de disponer de una bicicleta, que, además de usarla para el paseo o la competición entre amigos, nos servía para ir desde nuestro barrio a las playas de San Juan o Salinas. Aquellas pesadas y sencillas bicicletas, sin cambios de piñón ni de plato, eran el sueño de la mayoría.

Desplazarse en bicicleta era cómodo y, sobre todo, seguro, dado el reducido nivel de circulación que había entonces.

El paso de los años fue reduciendo su uso a medida que crecía la ocupación de las calles y carreteras por los vehículos privados y de transporte de mercancías y pasajeros. Únicamente se hacían perceptibles de forma llamativa en los periodos en los que las grandes vueltas ciclistas aparecían por la televisión.

Como todo en la vida tiene ciclos, hace más de dos décadas volvió a aumentar su uso, tanto para la práctica deportiva como para el desplazamiento individual, comenzando así la creación de los carriles exclusivos para bicicletas.

Desde hace algunos años existe la posibilidad de alquilar una bicicleta como un servicio público más, para desplazarse de un lugar a otro de la ciudad sin tener que ocuparse de buscar un lugar seguro donde dejarla mientras acudimos al trabajo, o a realizar gestiones o compras; basta con dejarla en una de las estaciones de alquiler.

La modalidad más avanzada permite el alquiler de bicicletas con ayuda eléctrica para hacer más fácil el desplazamiento con el menor esfuerzo.

El servicio de alquiler de bicicletas tiene ya en nuestra ciudad más de cuatro mil quinientos abonados, siendo más que probable que esta cifra aumente en un plazo corto, al incrementarse las estaciones de alquiler en los barrios y en el hospital comarcal, así como el número de unidades disponibles. Según el concejal responsable de este servicio, son 136 unidades, 79 de ellas eléctricas.

El innegable cambio en la fisonomía y organización de las ciudades incluye un nuevo enfoque de la movilidad que transita desde el uso del vehículo privado al transporte público y, de manera especial, hacia el transporte individual sostenible, como son las bicis y patinetes, cada vez más frecuentes en nuestras calles, utilizadas por personas de diferentes edades, lo que hace pensar que este será un método de desplazamiento que permanecerá en el tiempo.

Aunque he de reconocer que prefiero desplazarme caminando, les animo a que prueben el sistema de alquiler de bicicletas; quienes lo hacen repiten.

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