Mimar la cantera, cuidarla. Este es uno de los objetivos del Lealtad de Villaviciosa, entidad que en la presente campaña cuenta, además del primer equipo que milita en Segunda B y el conjunto de Segunda regional, con doce equipos de fútbol base. El Lealtad tiene formaciones en todas las categorías, desde juvenil, hasta prebenjamín, pasando por cadete, infantil, alevín y benjamín. Al frente de la coordinación está Fran Cabal, que lleva en la entidad 15 temporadas. Conoce muy bien el club y asegura que "funciona porque los que trabajamos en la entidad somos amigos. Somos como una familia donde todos aportan y trabajan por el bien común. El Lealtad es un club diferente. Soy el coordinador, pero aquí hacemos todos de todo". La filosofía del Lealtad es clara: "Que los jugadores se diviertan, una de nuestras máximas es que aquí juegan todos y después, competir. Queremos tener los equipos lo más arriba posible", dice. Y añade: "Para nosotros la cantera es vital, es el futuro del club".
Deportivamente, el objetivo de la entidad pasa por ascender con el juvenil, el cadete y el regional, equipo que dirige el propio Cabal y que ocupa la cuarta plaza de la clasificación a cinco puntos del líder, el Quintueles. La pasada jornada ganó al Cánicas (0-2).
El juvenil, que juega en Segunda, lo lleva Miguel Vigón. Marcha sexto en la tabla y aún tiene opciones de acercarse a los puestos altos. Por su parte, el cadete, también en Segunda, lo dirigen Iñaki y Pedro. El conjunto está quinto, aunque la clasificación está tan apretada que sólo está a dos puntos del segundo, el Tsk Roces B. "Intentaremos subir a estos tres equipos, es difícil, pero lo intentaremos", dice Cabal.
Por lo demás, el infantil A de Segunda está comandado por Marcos, y el B de Tercera, por Vigón y Canu. El conjunto de Primera alevín lo entrena Prida, mientras que Javi y Guillermo entrenan al B de Tercera. El Lealtad cuenta también con tres benjamines que están dirigidos por Viti y Kike, el B de Segunda; Juan y Pedro, el A; y Maxi, el C, estos últimos en Tercera.
La estructura se completa con los prebenjamines, que están comandados desde el banquillo por Alberto, el A de Primera; y por Diego, el B de Tercera. El prebenjamín Las Callejas lo dirige Antonio. Además, el club de Villaviciosa cuenta con una escuela de iniciación formada por 12 niños de 4 o 5 años. En total, el Lealtad suma aproximadamente doscientos jugadores.
Lo más complicado a la hora de gestionar un club de estas características es el tema económico, algo que intentan solucionar a base de trabajo y esfuerzo. El que el club hace desde la base hasta el primer equipo, donde ya ha llegado más de un jugador como Keko o Miguel Obaya, jugador del regional que comenzó en los equipos de pista y que ya ha ido convocado con el conjunto que entrena Javi Rozada. "Tener al primer equipo en Segunda división B es un acicate para los chavales", señala el coordinador de la entidad.
Así es el Lealtad, un club familiar donde todos aportan su granito de arena y que basa su metodología en el trabajo de cantera, en el trabajo desde la base.