El Angliru y el Mortirolo ya son «fratelli»
El alcalde de Riosa, José Antonio Muñiz, selló ayer en la localidad italiana de Mazzo di Valtelina el hermanamiento entre las dos cimas más míticas del ciclismo mundial

La delegación riosana, en el Mortirolo, junto al monumento al fallecido Marco Pantani. / reproducción de j. r. silveira
L' Ará (Riosa),
Andrés VELASCO

El Angliru y el Mortirolo ya son «fratelli»
Los dos hijos predilectos del concejo de Riosa y de la localidad italiana de Mazzo di Valtelina ya son hermanos. Y es que ayer, a las siete de la tarde, José Antonio Muñiz, alcalde riosano y su homólogo transalpino, Clotildo Parigi, escenificaron la unión de dos de las cimas míticas del ciclismo, el Angliru y el Mortirolo. Un día después de que la subida al alto italiano condenase al ciclista español David Arroyo a perder el Giro de Italia frente a Ivan Basso, la comitiva riosana cumplió la primera etapa de una iniciativa con la que pretenden hermanar los tres puertos más temibles del ciclismo mundial: Angliru, Mortirolo y Tourmalet.
Los miembros de la expedición de Riosa arribaron a Italia el pasado jueves, y ya esa misma noche, Muñiz, acompañado por Clotildo Parigi, subió a la cima del Mortirolo, un terreno que a pesar de ser desconocido para él, le resultó familiar. «Es un puerto de similar nivel al del Angliru», indicó Muñiz, quién sin embargo barrió para casa: «Quizá nosotros estemos un pelín por encima en cuanto a dureza de las rampas y en cuanto a facilidades para poder albergar una carrera por la estrechez de la carretera del Mortirolo».
Ya el viernes, la expedición riosana tuvo la oportunidad de vivir in situ la etapa del Giro que finalmente resultaría decisiva para el devenir de la ronda italiana y que tuvo al Mortirolo como protagonista, a pesar de que el final de etapa fue en el alto de Aprica. Por la mañana, cuando subían al ya hermano del Angliru, la expedición se encontró con un grupo de españoles, y curiosamente, entre ellos se encontraba la madre de David Arroyo, el corredor que horas después perdería la maglia rosa y el Giro en la subida a la mítica montaña. Muñiz obsequió a los familiares del corredor con unos pins del Angliru, antes de contemplar el final de etapa desde el Ayuntamiento de Aprica.
Durante la jornada de ayer, la comitiva riosana tuvo tiempo de hacer turismo por Suiza, concretamente por Saint Moritz, antes de que llegase, a las siete de la tarde, el gran momento. La plaza del Ayuntamiento de Mazzo di Valtelina se convirtió en el escenario de un hermanamiento que no sólo tiene tintes deportivos, sino de promoción turística entre dos municipios de características muy similares.
Ahora, tras los actos en Italia, la próxima etapa de este unión tendrá lugar en Riosa. Durante la Vuelta a España, que este año no tendrá al Angliru como protagonista, una delegación italiana vendrá a Asturias para completar un hermanamiento histórico para el mundo del ciclismo.
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