La Corporación de Carreño alcanzó ayer un acuerdo plenario para exigir al Principado de Asturias que reabra las instalaciones de la Ciudad de Vacaciones de Perlora. La medida supondría la apertura comercial de la residencia turística de cara a la próxima temporada estival, con carácter provisional hasta que comiencen las obras de un futuro proyecto para el complejo. Un proyecto que, a día de hoy, no existe, tras la rescisión el pasado verano del contrato que ligaba al Principado con un consorcio de empresas asturianas por incumplimientos de las firmas.

Todos los grupos políticos de Carreño aprobaron la propuesta del Partido Popular, salvo la Unión Independiente de Carreño (UICA). El siguiente paso será enviar una declaración institucional al Gobierno regional instándolo a que inicie la tramitación administrativa de la apertura de Perlora.

«El fin de esta medida es atemperar los daños producidos por el cierre desde hace más de cinco años de la Ciudad de Vacaciones, procurando la explotación parcial y provisional de las instalaciones mientras se da una solución definitiva para convertir de una vez por todas la residencia perlorina en el enclave turístico y de riqueza que tanto Asturias como Carreño necesitan», defendió en el Pleno de ayer el portavoz de los populares, Celestino Gutiérrez.

Lo secundaron los dos partidos que forman el ejecutivo local, PSOE e Izquierda Unida, además de URAS y Unidá Nacionalista Asturiana (UNA). «Sentimos una gran decepción por cómo ha terminado el proyecto de Perlora, cinco años después del cierre», aseveró la portavoz socialista, Áurea Gutiérrez, que ratificó el apoyo socialista a la apertura, pero con matices: «Habrá que tener en cuenta que el deterioro del inmueble es grande, y tendremos que valorar qué puede ponerse en funcionamiento y qué no», argumentó, para añadir que «será necesario un mantenimiento más eficaz en adelante».

Por su parte, Ramón Artime, portavoz de UICA, justificó su negativa a secundar la moción señalando que «se trata de una estrategia política y electoralista, y no nos parece más que un brindis al sol si no viene acompañada de otra serie de medidas de presión». Entre estas medidas de presión que deben desarrollarse de forma paralela a la reapertura de las instalaciones el portavoz de los independientes propuso «un encierro de concejales en el recinto de la Ciudad de Vacaciones o el nombramiento de los responsables de esta situación como personas non gratas en Carreño».

Artime admitió, eso sí, como el resto de los concejales, la gravedad de la situación en Perlora y el daño económico que provoca a Carreño. De hecho, manifestó su interés por que «se elabore un estudio que cuantifique las pérdidas económicas que la situación ha generado en comercios y empresas de la localidad».

El Pleno celebrado ayer vivió, como viene siendo costumbre desde hace más de un año, una manifestación de trabajadores de la Policía Local de Carreño pidiendo la aplicación de la ley de Coordinación.