Lo advirtieron el día anterior: «Será un espectáculo para reírse a carcajada limpia». Y así fue. El grupo «Les Ayalgues de Carreño» consiguió dejar los nervios a un lado y conquistar al público candasín en la noche en el que el XXIII Salón de teatro costumbrista asturiano, patrocinado por LA NUEVA ESPAÑA, abrió el telón. Nada fácil para una agrupación que se subió por primera vez a los escenarios en 2011, que nunca antes había compartido cartel con las grandes compañías asturianas de teatro costumbrista y que para encima compitió, en esta ocasión, con la Supercopa de fútbol que enfrentó al Atlético de Madrid y al Barça. Pero esta carta de presentación se olvidó al instante, en cuanto la primera escena del estreno absoluto de la obra «De aquí y de allá» entró en acción y metió el primer gol en la portería de las risas de un Teatro Prendes abarrotado de miradas.

«¡Hay sardines, sardines fresques!». Una mujer de la paxa, al más puro estilo de las populares Marta o Teresa, con el cigarrillo apoyado en la comisura de su boca, abrió el primer número del espectáculo, en una parroquia poco conocida de Carreño, llamada «Les Ayalgues», y en la que sus vecinos, en su mayoría mujeres, son protagonistas de las historias más divertidas de todo Carreño.

«Les Ayalgues» demostraron, una vez más, su don para divertir a lo largo de ocho escenas, que un narrador omnipresente, en este caso Alain Fernández, director del Teatro Prendes y también del espectáculo, fue uniendo con viveza para culminar la obra -guión de Gemma de Luis Noriega- con su presencia sobre el escenario.

Así, hubo secuencias más interesantes que otras, pero que consiguieron de igual forma arrancar las carcajadas del público. Esas que tampoco faltarán esta noche, a las once, cuando actúe el grupo «Rosario Trabanco», de Gijón, que presentará el segundo estreno absoluto del Salón: «Aquellos maravillosos años», de José Ramón Oliva.