Las empresarias Marta y Cristina Sánchez García de el grupo empresarial Panero han depsositado esta mañana en una oficna bancaraia de Pola de Siero el 20% de los 1,3 millones de euros que ofertaron por el Matadero Central de Asturias. Las dos empresarias tienen un mes para hacer efectivo el resto de la cantidad.

El grupo Panero, fundado por el empresario sierense Luis Alberto Sánchez, "Panero", será el nuevo propietario del Matadero Central de Asturias, con sede en Noreña. El juzgado de lo Mercantil número 2 de Oviedo adjudicó ayer la venta del conjunto del macelo noreñense a este grupo empresarial, que había presentado una oferta de 1.310.000 euros.

En concreto, el grupo articuló su oferta por los distintos lotes del matadero a través de las empresas Casidiva, de la que es propietaria Cristina Sánchez García, y Serincar 92, al frente de la cual está Marta Sánchez García. Estas dos empresarias, hermanas e hijas del fundador del grupo, serán las nuevas propietarias del macelo, una vez depositen la cantidad ofertada.

Según fuentes del grupo empresarial, una vez ejecutada la compra, se procederá a realizar las obras necesarias para poder poner en funcionamiento el macelo "con rapidez". En un primer momento entrará en funcionamiento el frigorífico, para posteriormente ir ampliando las actividades a las otras áreas de las instalaciones, principalmente la de matanza.

En cuanto a los antiguos trabajadores del Matadero Central, los responsables del grupo han mantenido diversas reuniones con ellos, la última hace escasas fechas, y prevén mantener nuevos encuentros próximamente, una vez se concrete la compra de las instalaciones y se avance en su reactivación.

Se da la circunstancia de que el grupo Panero ya había ofertado una cantidad similar durante el proceso de subasta por las instalaciones del Matadero, en el mes de septiembre. En aquella ocasión, la negativa de los propietarios del grupo a subir su oferta les dejó fuera del proceso de venta, que finalmente se dirimió entre Mafrimargo 5, propiedad de Julio Enrique Díaz Prado (que había ofrecido 1,75 millones), y Macelo de Mieres, propiedad de Manuel del Busto (que presentó una puja final de 1,8 millones).

La imposibilidad de lograr el apoyo económico del gobierno autonómico dejó finalmente a Del Busto fuera del proceso, y la venta se adjudicó a Mafrimargo 5. Pero esta empresa no llegó a ejecutar la compra, pese a los sucesivos requerimientos del juzgado, por lo que la adjudicación se anuló.

Acto seguido, se procedió a vender la empresa por lotes, con la maquinaria por un lado, las instalaciones por otro y una finca anexa aparte. En este nuevo contexto, el grupo Panero reiteró su oferta global por todos los lotes, y Manuel del Busto puso sobre la mesa una nueva propuesta, cifrada en 800.000 euros. Finalmente, el juzgado se decantó por la oferta del grupo Panero, la más importante en términos económicos.

Por otro lado, la Agencia Tributaria impuso recientemente una multa de más de un millón de euros a los antiguos propietarios del Matadero Central, Junquera Bobes, S.A., por la gestión irregular del macelo, incluyendo una doble contabilidad y la emisión de facturas falsas. Esta sanción no afectará al proceso de venta del Matadero Central, aunque los antiguos propietarios de las instalaciones podrían tener que afrontar pagos con su propio patrimonio a los afectados por la liquidación de la empresa.