El faro de Candás lucirá como nuevo en breve. La Autoridad Portuaria de Gijón, propietaria de la infraestructura, ultima los pasos del proceso de licitación de la obra para acondicionar y proteger su estructura, además de renovar la instalación eléctrica. En total, los trabajos cuentan con un presupuesto de 55.001,63 euros y un plazo estimado de ejecución de dos meses. Actualmente las deficiencias del faro son muchas: desde humedades hasta problemas con la carcoma, pasando por deficiencias en puertas y ventanas.

Para tratar de poner al día el inmueble, que también hace las veces de local de ensayo de la Banda Gaites Candás, está previsto que se construya un camino de adoquín hasta el edificio, que se instale una marquesina en la puerta, se aplique un tratamiento contra la carcoma, se revisen los forjados de entablado de madera, se reparen 16 ventanas, se modifique la instalación eléctrica y se pida un aumento de potencia, se impermeabilice el techo, se restauren las fachadas y se pinte. Ese es el plan detallado por el Ayuntamiento, que confía en que esta actuación interfiera lo menos posible en el normal desarrollo de la actividad docente que lleva a cabo la agrupación musical carreñense.

El faro candasín, uno de los ocho propiedad de la Autoridad Portuaria de Gijón, está en funcionamiento en San Antonio desde 1917. Debe su ubicación a que en el anterior emplazamiento, en la Peña de los Ángeles, donde estuvo hasta 1904, no existía posibilidad de construir una vivienda para el farero. El actual inmueble cuenta con una superficie total construida de 277 metros cuadrados distribuidos en dos plantas rectangulares y bajocubierta con una torre tronpiramidal adosada a cara norte del edificio. La altura sobre el nivel del mar es de 40 metros y de 12 metros sobre el terreno. Está construido casi al borde del acantilado y su lámpara, con una potencia de 500 vatios, se enciende y apaga emitiendo luz blanca con ocultaciones cada 10 segundos. Tiene un alcance de unas 13 millas.