"Pensé que nunca iba a ver esto", apuntó ayer, aliviada, la concejala de Urbanismo de Siero, Noelia Macías, cuando presenció, junto al alcalde, Ángel García, el inicio de la demolición de los edificios que formaron parte del complejo de Muebles Campa, en Lugones. Se fundó en 1934 y se cerró en 2013, aunque la actividad se redujo desde 2006.

Las denuncias vecinales empezaron en 2013 y el Ayuntamiento llevaba más de un año tramitando el expediente. Macías reconoció que ha sido "un proceso largo y complicado".

Los vecinos denunciaban que las instalaciones eran un foco de insalubridad. Al haber varios propietarios, el proceso fue difícil. El Ayuntamiento declaró la ruina técnica y económica de los edificios y llegó a un acuerdo con los dueños, que finalmente ejecutaron el derribo. Las labores se complicaron por la presencia de amianto.