La desesperación de la familia Borreguero-González por conseguir que el Principado dote de un auxiliar educativo al colegio de San Cucao (Llanera) para poder escolarizar allí a su hijo, con síndrome de Down, o que les permita apuntar al niño sin necesidad de contar con este profesional les ha hecho ir picando de puerta en puerta en la administración.

Tanto es así, que en esta búsqueda de soluciones han llegado a pedir ayuda al presidente del Gobierno. Su llamada ha tenido respuesta en forma de un correo electrónico en el que Presidencia les asegura que "corresponde a la Administración educativa del Principado de Asturias disponer los medios necesarios para que el niño alcance el máximo desarrollo personal, intelectual, social y emocional". Una noticia con la que, consideran, les dan la razón.

Los Borreguero-González llevan peleando con la administración desde junio. Fue entonces cuando esta familia de Posada decidió que matricularían a su hijo en el colegio de San Cucao para iniciar el ciclo de Educación Infantil. Eligieron este centro porque, a pesar de estar más lejos de su domicilio, era el elegido por la mayoría de los compañeros de ludoteca que había tenido hasta ahora el niño con los que "está muy integrado", explican los padres.

Desde un primer momento el Principado negó la inscripción, al entender que el niño necesitaba de un auxiliar educativo, profesional del que carece el centro, y trasladó la matrícula al colegio de Posada, donde sí disponen de esta figura.

La familia entiende que es misión de la administración regional dotar al colegio de San Cucao de un auxiliar educativo, algo en lo que el Principado discrepa. Para tratar de buscar una solución, la familia ha solicitado una reunión personal con el consejero de Educación, Genaro Alonso, que hasta el momento no les ha sido concedida.

Fue en este camino en el que, entre otras personas e instituciones, decidieron contactar con el Presidente del Gobierno, vía correo electrónico. "Lo hicimos un poco a la desesperada, pero estamos muy contentos con la respuesta obtenida. Nos ha sorprendido gratamente porque entendemos que nos dan la razón", aseguran Carlos y María José, padre y madre del pequeño que, de momento, no ha sido escolarizado.

El caso de los llanerenses no es único en el Principado. En Gijón una familia se encontraba en una situación casi idéntica. Esta semana se ha sabido que el Principado dotará de pedagogo terapéutico, un logopeda y el auxiliar educativo al centro en el que solicitaron inicialmente la matrícula. "Confiamos en que aquí hagan los mimo. Si no el Principado estaría incurriendo en un auténtico agravio", advierten.