En la plaza cubierta de Villaviciosa se muestra hasta esta tarde lo último en bodas, bautizos y comuniones. Los mejores profesionales del sector en Asturias dan las claves para que todo salga al dedillo, los protagonistas vayan impecables y ser los mejores invitados.

Arantxa Fernández explica que la tendencia de la indumentaria de fiesta "ha pegado un cambio", al pasar de los tonos claros o los clásicos rojo o azul azulete a los oscuros. Se imponen el negro y, sobre todo, el marino. "Vuelve la pedrería, espaldas descubiertas o las capas", aconseja. La moda nupcial sigue teniendo un amplio abanico, pero aunque la línea sirena sigue gustando, se abre paso el vuelo en los vestidos, con cintura marcada. Pero, más allá de las modas, Arantxa Fernández recomienda a las novias llevar un modelo que "siente bien a su silueta".

Es tendencia para las niñas de primera comunión los vestidos románticos, de estilo ibicenco, y el toque del color (en el traje o en el cinturón) rompe con el monocolor de otras épocas, que al igual que el vestido de lorzas se quedan más en el armario, del que sale las alpargatas para relegar a los zapatos clásicos. Las propuestas de marinero y almirante para ellos se actualizan con otros tejidos, como el lino, o el cambio del cuello de solapa por el mao. La gama cromática se amplía más allá del blanco o azul marino.

En Modas Ana Flor Sport apuestan por modelos que los hacen exclusivos, y personalizados con complementos y detalles. Por ejemplo, aconseja que el velo vaya acorde al vestido y que lo acompañe, pero que no le reste protagonismo. "Cada novia tiene que ir muy a gusto, ser ella misma y estar cómoda", destaca. Trata de resaltar lo mejor de la figura de la clienta, que puede invertir en vestirse en ese día tan especial entre 300 y 3.000 euros. Coincide en que el color se cuela en la moda nupcial y los tocados para las invitadas están en auge.

Laura Jiménez, diseñadora de su línea de complementos, defiende que "hasta una novia puede llevar un collar espectacular", pero eso sí, con un vestido de línea sencilla. Para las invitadas, no lo duda, se lo aconseja a todas, pues unos buenos complementos consiguen un resultado impecable. Pilar Casielles y Sandra Álvarez se encargan de la organización de eventos y de que todo esté a punto ese día. Destacan que las bodas cada vez tienen menos invitados, y las comuniones, más. Los enlaces civiles superan ya a los religiosos y los novios buscan una boda única, que se consigue a través de cuidar los detalles y la personalización, reflejando la esencia y gustos de los contrayentes.

Los obsequios a los invitados son más funcionales que antes y tienen claro que "es vuestra boda y se hizo para vosotros". Los distintos rituales (manos, arena o rosas) piden paso a los más tradicionales de intercambio de alianzas o arras.