El Ayuntamiento de Noreña ha decidido nombrar hijo adoptivo de la localidad al policía local Raimundo García. Él fue quien animó el confinamiento en Noreña, convirtiéndose en mediático con sus ideas para mantener a los niños entretenidos durante la estancia forzosa en casa. "Creemos que se lo merece. Asumió la petición del concejal de Urbanismo de mantener el ánimo de los jóvenes. Se pasaba más de dos horas recorriendo las calles y venía hasta los domingos, fuera de su jornada laboral", recuerda la vicealcaldesa, Ana González.

Por su parte, el agente está encantado con la iniciativa municipal: "Considero que hice lo que tenía que hacer y esto es algo que me ha pillado por sorpresa", comenta. García se siente honrado por el cariño que le ha demostrado la localidad donde ejerce como responsable de seguridad vial. La idea es celebrar un acto de homenaje.