El futuro de un emblemático espacio candasín: una escultura de un pescador obra de Favila presidirá la plaza de El Nodo

"Se devuelve la vida al barrio y ganaremos más calidad de vida", celebran los vecinos tras la presentación del proyecto

Rogelio Ruiz y Amelia Fernández explican el proyecto a los vecinos.

Rogelio Ruiz y Amelia Fernández explican el proyecto a los vecinos. / A. G.-O.

El barrio de El Nodo, uno de los más antiguos de Candás, será rehabilitado para convertir el enclave en una zona de disfrute y esparcimiento para los vecinos. La propuesta municipal fue presentada este miércoles a los residentes, tras haberse tenido en cuenta sus peticiones y solicitudes. La gran novedad es una estatua de Favila para el centro de la plaza.

"Creíamos necesario presentar el proyecto a los vecinos antes de sacarlo a licitación, con el fin de que lo que se haga se adapte en todo lo posible a las peticiones de quienes residen en la zona”, apuntó la alcaldesa, Amelia Fernández.

Las principales actuaciones se desarrollarán en la plaza que preside el barrio. Se plantarán varios árboles y se instalarán bancos. "Queremos hacer un diseño que anime a la gente a subir y disfrutar de la plaza”, adelantó Rogelio Ruiz, de la empresa encargada de elaborar el proyecto. El plan incluye la recuperación de las escaleras de la derecha, instalándose una gran rampa en la parte izquierda para facilitar la movilidad. También se mantendrá la escalera central, lo que permitirá ver desde la calle el gran magnolio que preside la plaza y en la que se instalará la escultura de Favila.

El monumento representará el rostro de un pescador, lo que permitirá incluirlo en la ruta de oficios tradicionales que está elaborando el Ayuntamiento a través del taller de empleo. “Creemos que El Nodo es el lugar perfecto para colocar esta escultura, porque es conocido como un barrio de pescadores”, explicó Fernández. La pretensión municipal es poder financiarla con los Fondos de Pesca.

En las partes de la plaza que dan a las viviendas de planta baja se utilizará un adoquín de piedra basto para evitar que la gente se acerque a las ventanas y conservar así la privacidad de los vecinos.

En lo que respecta a las mejoras de la calle, la más destacada es el cambio en el estacionamiento, que pasará del lado izquierdo al derecho. “Ahora, cuando una ambulancia o un autobús paran, los usuarios tienen que bajar por el lado de la calzada, lo que es un peligro”, indicó Ruiz. Esta medida mejorará la seguridad, aunque obligará a reducir ligeramente las plazas actuales.

Los pavimentos nuevos serán de adoquín gris. También se usarán bandas y bordillos en piedra roja caliza, como la que se encuentra delante de San Félix. Se instalará una marquesina y al final de la calle habrá contenedores de reciclaje soterrados. También se mejorará una parte de la red de saneamiento, mientras que las luminarias se mantendrán porque fueron sustituidas hace tan solo dos años.

La propuesta fue gratamente recibida por los vecinos, que consideran que la reforma “devolverá la vida al barrio. Se gana más calidad de vida”. La única petición que se realizó en la reunión fue la creación de una plaza de aparcamiento para personas con movilidad reducida.