Alcaldesa de Langreo

Langreo,

Miguel Á. GUTIÉRREZ

Esther Díaz afronta su tercer mandato consecutivo, algo inédito para un alcalde langreano en la etapa democrática reciente. Los próximos cuatro años se presentan difíciles, al menos a priori, para la regidora socialista. Los acuerdos de gobierno pueden convertirse en un verdadero encaje de bolillos en una Corporación con cinco fuerzas políticas -nunca hubo tantas en el concejo-. Además, la crisis que castiga a las administraciones locales y la previsible presencia en el Principado de un partido de signo político diferente dibuja un panorama incierto a la hora de picar a las puertas de la Administración regional.

-¿Qué sensaciones le dejó el Pleno de investidura?

-Fueron agridulces. Para mí tomar posesión como alcaldesa era emocionante, pero hubo dos situaciones amargas. La primera de orden interno. IU asumió un tono que no era propio de ese momento, sino más de campaña electoral y no quise entrar a contestar cosas que no se correspondían en absoluto con la realidad. La otra sensación de la parte amarga fue el comportamiento de los autodenominados indignados, que fue antidemocrático. Te duele que te lancen insultos y acusaciones infundadas pero, especialmente, ya no en el ámbito personal sino en el ámbito institucional, por lo que representas. Como esto no se pare va a ir «in crescendo» de una manera descontrolada cuando probablemente muchos los que protagonizan esos comportamientos no son los promotores del movimiento.

-¿Espera que ese posicionamiento de IU sea una tónica a lo largo del mandato?

-Lo que espero es que cuando el portavoz de IU empiece a trabajar en este Ayuntamiento, que me consta que ya lo ha hecho, vaya tomando conocimiento de cómo es la labor que se hizo en Langreo en los últimos ocho años y de cuál es el nivel de legalidad y transparencia del que tanto quiere presumir. Este Ayuntamiento no tiene nada que ocultar, todo es claro y transparente y participativo. Ese discurso le salió rentable en campaña electoral pero a la hora de trabajar no debe continuar ni con ese tipo de falsas acusaciones ni con insultos personales. Hay que relajar el nivel de tensión con el que pretendió iniciar el mandato e incentivar más el trabajo.

-¿Será difícil llegar a acuerdos en este mandato?

-Ni fácil ni difícil. Tiene que buscarse el punto de encuentro para ir sacando acuerdos. Antes había que hacerlo entre tres fuerzas políticas y ahora hay que hacerlo entre cinco. Eso va a exigir un mayor nivel de diálogo, de consenso y de invertir tiempo. No resulta fácil, pero tampoco me asusta. Hemos gobernado en minoría ocho años con muy buenos acuerdos, unas veces con unas fuerzas políticas y otras veces con otras. En muchas ocasiones por unanimidad y en otras con un solo partido.

-¿Prevalecerán las siglas a la hora de buscar compañeros de viaje para esos acuerdos?

-La afinidad en los planteamientos del programa electoral tiene que ser un elemento para buscar el encuentro, pero eso no quiere decir que rechaces a los demás. La experiencia me dice que la gente que está en esta casa tiene capacidad de diálogo y entendimiento. El PSOE probablemente no podrá cumplir el 100% de su programa, pero buscaremos acuerdos porque es más lo que nos une que lo que nos separa. Tenemos unos objetivos prioritarios como el empleo, a través del desarrollo de suelo industrial y el impulso al comercio y a la hostelería. Para actividades así estoy segura de que contaremos con una amplísima mayoría.

-Usted reconoce que es complicado seguirle el ritmo y ahora el PSOE tiene menos concejales, ¿cómo afectará esa reducción de tres ediles a la gestión diaria?

-Yo tengo un ritmo de trabajo que no voy a bajar. Lógicamente tendré que dedicar mucho de mi tiempo para las labores del consenso, pero los ediles tienen también que realizar esas labores en el seno de sus concejalías. Tengo muy buen equipo, con experiencia, conocimientos y mucha capacidad de trabajo. Las cosas no son fáciles, van a ser muy difíciles. Eso lo tengo muy claro.

-En el pasado mandato se ofrecieron liberaciones a los partidos de la oposición, ¿se hará lo mismo ahora que hay cinco grupos municipales?

-Estamos negociando el funcionamiento de la Corporación y no voy a entrar ahí porque podrían distorsionarse las cosas.