Tomando como punto de inflexión de nuestra tonada los tres primeros concursos del diario «Región» en los años 1948, 1951 y 1955 por su participación elevadísima -rebasó el millar el total de los tres-, nos permite trazar el mapa de los feudos más singulares de la canción asturiana en Asturias y más allá de sus límites. El más destacado por la aportación de grandes campeones en relación a su reducida población es Frieres (Langreo), con los hermanos Enrique y Laudelino García Palicio, primeras figuras de nuestra tonada en los años 60 y 70 del pasado siglo, a los que hay que añadir el «Tordín», otro destacado intérprete, uno de los pocos supervivientes, junto a Diamantina Rodríguez, de las primeras ediciones. En un peldaño más inferior podemos citar a otros cantantes, José Ramón Montes «El Farucu», Ángel Menéndez Alonso, José G. Prieto o Pichi Ciñera. Sorprende que, en un pueblo de menos de 500 habitantes, puedan surgir tantas figuras.

Langreo siempre estuvo en vanguardia en la cantera de cantantes y al margen de los núcleos urbanos más importantes como La Felguera o Sama, muchos pueblos como El Viso, Cotorraso, Lada, Barros, Peñarrubia, Tuilla, Cabaños, etc., fueron vivero permanente de intérpretes. San Martín del Rey Aurelio es otro concejo del valle del Nalón con numerosa aportación en las últimas décadas pero no tanto en los años 50. Laviana ofrece escaso número ye eran inexistentes en Sobrescobio y Caso.

La suma de las citaciones de intérpretes para las actuaciones sabatinas de los años 1948, 1951 y 1955 son esclarecedoras. Lidera Oviedo con 231; Mieres, 150; Langreo, 131; Siero 130 y Aller 111. A mucha distancia otros concejos, como Llanera y Lena. Conviene subrayar que de esta estadística debe valorarse las dificultades de desplazamiento de otras zonas del interior, oriente y occidente para participar en los certámenes, condicionadas por la tardía hora de las actuaciones en el Salón Babel -once de la noche de los sábados- lo que obligaba a pernoctar en Oviedo en una época de penurias económicas. Recuerdo que algunos cantantes dormían en los vagones de ferrocarril en las estaciones de la capital.

Esta desigualdad de acceso puede alterar los datos de implantación de la canción asturiana de aquel tiempo. Oviedo y sobre todo sus alrededores, Tudela Veguín, Olloniego,Trubia, San Claudio, etc. parte con notable ventaja por la cercanía geográfica. Las cifras citadas es necesario maquillarlas (Aller, de 111 inscritos faltaron 21) porque un 15% aproximadamente de los citados a concursar no se presentaban y en otros casos había que reiterar la convocatoria. Los datos de inscripción en los concursos actuales, entre 60-70, están a años luz de aquellos concursos de antaño. Como botón de muestra citaremos la última convocatoria del año 1955 en que estaba prevista la actuación de 44 cantantes. Oviedo, Mieres y Aller sufren los efectos de una crisis tremenda con apenas representantes, Siero también está muy a la baja, solamente Langreo mantiene, discretamente, su tradicional implantación. San Martín encabezaba los últimos años el ranking y Cangas de Narcea y Cantabria probablemente aporten el contingente más numeroso en la actualidad.

Al citar los concejos de más aportación de cantantes es obligado citar algunos pueblos pertenecientes a los mencionados municipios que ofrecen un altísimo porcentaje. Es el caso ya citado de Frieres. Tudela Veguín (Oviedo) limítrofe con Frieres, inscribe nada menos que 17 cantantes en el periodo mencionado (en esa cifra se integran los de Tudela de Agüeria y Anieves). Felechosa (10), Carbayín y aledaños (9), Valdesoto (9), Aramil (9), La Peral (8), Lada (8), etc.

En el sentido opuesto es llamativo la casi nula aportación de municipios como Ribadesella, Cangas de Onís, Parres, Piloña o Nava en Oriente y los de Occidente desde Salas a Vegadeo, Tineo ó Cangas de Narcea. Otros concejos con muy pocos cantantes son Pravia, Avilés, Belmonte, Pola de Somiedo, Allande etc. Gijón mismo, ofrece sólo 11 inscripciones para un censo tan elevado de población.

A finales del pasado siglo surge un nuevo foco de tonada en el valle de Laciana (León) con la saga familiar de las hermanas González. Más próximo en el tiempo sorprende Cantabria con una participación importante (preferentemente del valle de Limasón) y con figuras muy notables. Por último hay que mencionar el «boom» reciente del concejo de Cangas de Narcea, uno de los municipios de más cantantes en los concursos actuales.

En el presente asistimos a una importante difusión de la tonada. En varios concejos vienen desarrollándose, con inscripción aceptable, escuelas de aprendizaje , dirigidas por cantantes, algunas de carácter privado y otras subvencionadas por los Ayuntamientos. El mantenimiento de los concursos tradicionales como el «Ciudad de Oviedo», «El Comercio», Rioturbio o La Nueva son el soporte imprescindible para mantener la cantera. La TPA través de su programa «Sones» divulga con gran éxito a todos los rincones de Asturias los certámenes semanalmente. LA NUEVA ESPAÑA por su parte dedica los lunes una amplia información relativa a las actuaciones del concurso de Oviedo . Esta suma de esfuerzos de particulares, entidades municipales, medios de difusión, y los concursos, con la aparición de nuevas voces propician un margen de esperanza para el futuro de nuestra tonada