Morcín se rinde al nabo: La Foz recluta a cuatro nuevos cofrades de honor

Francisco Rodríguez, Javier Senén, Fernando Delgado y José Luis Cabo cumplen con el ritual de entrada en la orden morciniega

David Orihuela

David Orihuela

Si hubiera que resumir en una palabra el XVII Gran Capítulo de la Cofradía de los Nabos en La Foz de Morcín, habría que hablar de emotivo. Y fue así porque hacía dos años que no se celebraba esta cita gastronómica y porque la pandemia se había llevado a alguno de sus protagonistas, como Rubén Fernández, recordado maestro de ceremonias que falleció el julio de 2021.

Esa emotividad se reflejó en las palabras entrecortadas y también en el rostro de Fernando Delgado, cronista oficial de Morcín y colaborador de LA NUEVA ESPAÑA. Le costó mucho contener las lágrimas cuando fue nombrado cofrade de honor. Y eso que jugaba en casa, ya que Delgado nació, como bien dijo, a 200 metros de la iglesia en la que se celebra el capítulo, templo en el que fue bautizado. O precisamente por eso estaba tan emocionado porque "en Asturias nadie es profeta en su tierra", dijo, y él ayer lo fue. Delgado estaba "orgulloso" de besar el nabo, como manda la tradición. "Mi abuela plantaba nabos", recordó. Y a esa abuela y a sus antepasados, "padre y abuelo picadores en la mina", dedicó el reconocimiento, "también a mi bisabuelo, madreñero de Tuiza que se casó en Morcín y fue quien trajo el apellido Delgado al concejo". "No puedo pedir más en este pueblo en el que nací y en que me crié . Ser cofrade de honor es a lo máximo que puedo aspirar como persona, como vecino y como cronista oficia", reconoció Delgado. El nuevo cofrade se mostró también orgulloso de compartir reconocimiento con Francisco Rodríguez, presidente de industrias lácteas asturianas (Reny Picot), "un gran humanista y empresario"; Javier Senén, presidente de Cruz Roja Española, "una entidad cuyo trabajo habla por si solo", y José Luis Cabo Sariego, cronista oficial de Riosa con quien Delgado ha compartido proyectos en defensa del territorio. Pepe Sariego, cofrade mayor, bromeaba antes del capítulo con que la cofradía del nabo "ha logrado unir a Morcín y Riosa" en la figura de sus dos cronistas oficiales.

Por su parte, José Luis Cabo, el cronista de Riosa, celebró ser nombrado cofrade de honor "por una cofradía que estudia y defiende las tradiciones, una materia en la que trabajo mucho, por admiración a esta cofradía".

A Francisco Rodríguez, presidente de Industrias Lácteas Asturianas (ILAS-Reny Picot) y confeso devoto de la obra de Ortega, le gustaría ayer haber vestido la capa de cofrade del vino de Cangas, su tierra natal, «para así haber salido de este templo (la iglesia parroquial de La Foz) con una doble vestimenta», en referencia a la capa de la cofradía del nabo y a la montera picona que le colocó Pepe Sariego. Rodríguez, que es «de la Asturias profunda» tiene «grandes amigos en Morcín» y es amante del pote de nabos. «En España somos muy amigos de los platos de cuchara, pero no todas las cucharas son buenas, y en este caso, el de los nabos, sí lo es», aseguró. Además se mostró muy contento de que la cofradía del nabo riegue sus comidas con vino de Cangas «porque había un tiempo en que lo pedías en un restaurante y te decían que era una porquería». El presidente de Reny Picot explicó que parte de su vinculación a Morcín se la debe a su íntimo amigo, el párroco José Manuel Valdés, con quien compartía charlas en la rectoral de La Foz en compañía de Nicanor Brugos, quien fuera cura en Mieres. «No fui cura de milagro», dijo. También bromeó diciendo que si en vez de dedicarse a la empresa se hubiese dedicado a otros menesteres «no vendería leche, sino vino, que me gusta mucho más». «Yo quiero mucho a este pueblo, fui pregonero del Afuega’l pitu y volver hoy a un acto tan entrañable me hace recordar viejos tiempos», apuntó Rodríguez.

Por la izquierda, Javier Senén, Francisco García. Pepe Sariego, Fernando Delgado y José Luis Cabo. | Irma Collín

Por la izquierda, Javier Senén, Francisco García. Pepe Sariego, Fernando Delgado y José Luis Cabo. | Irma Collín / IRMA COLLIN

El único no asturiano de entre los nuevos cofrades fue el alcarreño Javier Senén, presidente de Cruz Roja Española. En una jornada con numerosas citas literarias, Senén se decantó por Quevedo «que en ‘El Buscón’ ensalza al nabo poniéndolo incluso por encima de la perdiz». El presidente de Cruz Roja estaba sorprendido por la emotividad y la seriedad del acto, «que para ser culinario tiene mucho sentimiento». «Estoy profundamente agradecido por ser nombrado cofrade, tanto en lo personal como en lo colectivo, como representante de Cruz Roja, una organización que tiene tanto arraigo en Asturias que podríamos decir que ya forma parte del paisaje».

El acto fue dirigido por Carlos Fernández, que ejerció de maestro de ceremonias. En su discurso también hubo numerosas citas literarias e históricas pero no faltaron la sorna y las bromas con referencias que llegaron hasta la canción que Shakira le ha dedicado a Gerard Piqué. «Ya se pueden permitir ustedes, en la posición de loto, con un nabo en la mano y la respiración acompasada, dejarse grabar por alguno de los suyos con vistas a viralizarlos y asaltar por fin el metaverso, para delicia de youtubers, streamers e influencers que no todo va a ser patrimonio del tal Ibai Llanos o del mismísimo Piqué quien, por cierto, ha alcanzado el nirvana escuchando la última canción de Shakira», atizó.

Una celebración cargada de humor, de emoción y «de ganas de compartir en sociedad», como dijo el alcalde de Morcín, Mino García. Los nuevos cofrades besaron el nabo y luego lo comieron.

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