La rota de Ujo volverá a sonar siete siglos después

El proyecto "Canteros del sonido" descubre en el templo románico la talla de una especie de arpa medieval que ahora podrá ser reconstruida

Fernando Oliva muestra el canecillo que alberga la talla de la rota, en un ábside de la iglesia de Ujo. | D. M.

Fernando Oliva muestra el canecillo que alberga la talla de la rota, en un ábside de la iglesia de Ujo. | D. M. / David Montañés

La iglesia románica de Ujo ha cobijado durante mil años la talla de un singular instrumento musical de origen medieval. La enmudecida pieza ha esperado en un silencio petrificado a que alguien escuchara la resonancia de su testimonio como joya patrimonial. Han sido los integrantes de la Asociación Cultural Amantigua, y gracias al proyecto "Canteros del Sonido", los que han identificado la iconografía de una rota, instrumento muy similar al arpa del que no se conserva ningún ejemplar original.

El hallazgo realizado en Ujo permitirá la reconstrucción de la desusada rota. De hecho, el proyecto "Canteros del Sonido", como explica su director Manuel Paz, busca recuperar 24 instrumentos medievales de la iconografía musical asturiana, de los siglos IX al XIV, a partir de las reproducciones que se encuentra en muchos bienes culturales regionales. Pero el caso de la rota de la iglesia de Ujo es muy especial, ya que hasta ahora nadie se había percatado de su presencia en uno de los canecillos del ábside más antiguo del templo.

No ha sido el fino oído, sino la aguda vista de Fernando Oliva la que ha dado con la milenaria joya musical. Integrante del proyecto "Canteros del Sonido", reside en Ujo, y ha estado durante ocho meses investigando los catálogos de antiguos instrumentos desaparecidos que perviven tallados en piedra: "El único testimonio que queda es lo que los canteros esculpieron hace mil años", señala sobre su labor. Tras observar cientos y cientos de fotografías, reconoce que llegó un momento en que "veía instrumentos por todos lados". Por ello le costó en principio dar crédito a lo que encontró casi frente a su casa. En este caso no buscó, sino que encontró. La iglesia de Ujo no era objetivo del trabajo al no tener catalogada ninguna referencia a instrumentos musicales. Oliva desayuna todas las mañanas frente al templo y un día, a principios de enero, decidió echar un vistazo por simple curiosidad. Se detuvo frente a uno de los canecillos y, de pronto, surgió la melodía del descubrimiento. "Quise ver un instrumento musical, algo parecido a un arpa, tal vez una rota". La diferencia básica es que el segundo de los instrumentos tiene cuerdas por ambos lados. "Llamé a Manuel Paz para explicarle lo que creía estar viendo", recuerda Oliva. "Al principio le dije que era imposible, pero al final hemos asistido a un auténtico golpe de inspiración", señala el propio Paz, natural de Ujo.

La rota de Ujo volverá a sonar siete siglos después

Juan Ponte, Soledad Álvarez, Manuel Paz y Fernando Oliva, con Carlos González en videollamada. / David Montañés

El hábil ojo de Fernando Oliva vio lo que nadie había visto en mil años. Hasta Soledad Álvarez, catedrática de Historia del Arte de la Universidad de Oviedo y nacida en Ujo, se sorprende ante el hallazgo. "Me he bautizado en esta iglesia y no deja de ser sorprendente que se nos haya pasado por alto durante tanto tiempo algo así". Busca explicación para ello: "Sin duda ha influido el mal estado en que se encuentra el canecillo". Álvarez ha podido validar que se trata de un trabajo realizado en el siglo XII, ya que el ábside que lo contiene pertenece a la parte original del templo, que fue inicialmente altar antes del cambio de orientación del inmueble: "Se trata sin duda de un hallazgo que enriquece el patrimonio industrial asturiano", destaca la catedrática asturiana.

También Carlos González ha avalado el descubriendo. Este prestigioso restaurador de instrumentos antiguos ha sido colaborador del Museo de la Música de París. Será el encargado de lograr que el olvidado sonido de la rota vuelva a escucharse en Asturias. Amantigua quiere que el instrumento vuelva a la vida para el 23 de julio de este año, coincidiendo con la celebración del centenario de la declaración de la iglesia de Ujo como monumento histórico nacional. "La rota desapareció sobre el siglo XIV y es un instrumento muy especial que gracias a este descubrimiento esperamos poder volver a escuchar muy pronto", apunta González.

Los responsables del proyecto "Canteros del Sonido" trasladarán de inmediato a Carlos González toda la documentación sobre el hallazgo para que pueda comenzar a trabajar en la reconstrucción del instrumento. Antes se realizarán dos reproducciones en tres dimensiones (3D), una con el aspecto original del canecillo y otro devolviéndole su aspecto original. La talla representa dos caras, un cantante junto a un instrumentalista, con la rota en la mano. La talla está muy deteriorada y falta casi por completo el relieve del instrumento. Pero la resurrección ha deparado un según milagro postrero: "Rebuscando en el jardinillo bajo el ábside encontré dos pequeños fragmentos de piedra que encajan entre sí y que tenían talladas lo que parecían las cuerdas de la supuesta rota", apunta Oliva. Tras acceder al canecillo se ha confirmado que los fragmentos se ensamblan perfectamente en el cuerpo del supuesto instrumento, lo que ratificaría que en su día formaron parte de un todo.

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