La playa fluvial de La Chalana, más cerca: comienzan las obras para recuperar la zona de baños de Laviana

Los trabajos comienzan con la construcción de un espigón que remansará las aguas en La Cuaña | El proyecto, valorado en 1,5 millones, incluye recuperar la ribera del río, sendas y una pasarela

Trabajos para la consecución de una playa fluvial en la zona de La Chalana. | L. M. D.

Trabajos para la consecución de una playa fluvial en la zona de La Chalana. | L. M. D.

Luisma Díaz

Recuperar la playa fluvial de La Chalana. Este es, desde hace años, uno de los temas de conversación recurrentes en el concejo de Laviana, o incluso más allá, de todo el valle del Nalón, ya que es su día esta área de baños era utilizada por buena parte de los vecinos de la comarca. El año pasado el Ayuntamiento de Laviana y la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) anunciaron un proyecto valorado en 1,5 millones de euros que permitiría habilitar una playa fluvial, además de transformar unas dos hectáreas de terreno anexas al río Nalón. Pues bien, los trabajos ya han comenzado. Se ha empezado a desarrollar uno de los espigones que creará remansos en el río, que facilitarán la puesta en marcha del plan de recuperación de las márgenes y de la playa fluvial. Las obras se están desarrollando en el entorno de La Cuaña. 

Desde hace unos días, en este entorno trabaja maquinaria pesada. Su tarea, la de mover toneladas de cantos rodados -los «regodones»- y formar con ellos una especie de azud, que permitirá remansar las aguas del río por esta zona, consiguiendo así mayor profundidad y una corriente de menor intensidad. En resumen, una zona idónea para el baño.

El espigón en el río que se está construyendo en el área de La Cuaña. | L. M. D.

El espigón en el río que se está construyendo en el área de La Cuaña. | L. M. D.

La recuperación de La Chalana como playa fluvial se integra en un plan más amplio, elaborado por Hidrográfica y el Ayuntamiento, valorado en 1,5 millones de euros. Establece la recuperación de dos hectáreas de bosques de ribera, con más de un kilómetro de sendas junto al río y entre esta nueva vegetación. Se eliminarán barreras, como los muros existentes en ambas márgenes del Nalón, y se habilitarán nuevos accesos al río. También se creará una área recreativa y se construirá una pasarela de madera, que servirá de nexo de unión entre ambas orillas. A nivel popular, la gran noticia es que este plan también incluye la habilitación de la zona de baños, mediante los trabajos para remansar las aguas, en La Cuaña (es el «final» de la zona de La Chalana, donde el río gira y enfoca lo que ya es el casco urbano de Pola de Laviana).

La Confederación Hidrográfica comenzó la redacción del proyecto el pasado mes de septiembre. Ya en diciembre, antes de terminar el 2022, se estuvieron realizando tareas previas, como los sondeos en las orillas del Nalón para la construcción de la pasarela de madera.

Las obras, al fondo de la imagen, vistas desde el puente de La Chalana. | L. M. D.

Las obras, al fondo de la imagen, vistas desde el puente de La Chalana. | L. M. D.

Ya en la presentación del proyecto, Jesús Garitaonandia, director técnico de CHC, indicaba que se iban a suprimir los actuales muros que «constriñen» el río, que se iban a sustituir por taludes –cuestas– con vegetación y que se construirían nuevos accesos al Nalón, «con espigones para crear remansos». Son estas obras precisamente las que han comenzado, con un espigón principal en La Cuaña que permitirá «frenar» la corriente en toda La Chalana. 

La recuperación del bosque de ribera afectará a 2,48 hectáreas, se repoblará el entorno con alisos y fresnos, y se ejecutarán 1,2 kilómetros de nuevas sendas. El Ayuntamiento, además, tendrá por su parte la posibilidad de instalar un dispositivo «desmontable» que facilitará todavía más la tarea de remansar las aguas, en este caso en el verano, en época de estiaje, tal y como figura en la memoria del proyecto. En un principio, el objetivo era intentar empezar a tener resultados este mismo verano.

El anuncio del proyecto fue ampliamente respaldado por los vecinos y por los empresarios de la zona, que subrayaban que ayudaría a captar visitantes. Hasta los años 70, la zona de baños de La Chalana era la «playa» del valle del Nalón, con cientos, incluso miles de personas, cada día en las aguas del Nalón. La contaminación, los cambios en las constumbres y el progresivo abandono del entorno fluvial fueron influyendo en el declive de La Chalana como espacio de ocio. 

Pero hace unos años la posibilidad de «resucitar» la zona se puso sobre la mesa. Empezó a hacerse realidad en 2019, con las primeras actuaciones en la zona: se retiraron 4.600 metros cúbicos de rocas y sedimentos acumulados en un espacio de tan solo 240 metros de largo y 12 de ancho, en el centro del cauce. También empezaron a mirarse «soluciones ambientalmente compatibles» en otras comunidades autónomas, para conocer como aglutinar recuperación de la ribera con el uso humano. El resultado, al final, es el proyecto en marcha.

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