El chalé de los Antuña, joya arquitectónica de Mieres, se desmorona durante la noche

Parte de la fachada y de la techumbre del centenario inmueble de Oñón se desplomó sobre la calle: "Pudo haber una tragedia", dicen los vecinos

Un operario con una grúa ante el chalé de los Antuña, ayer, tras el derrumbe. | D. M.

Un operario con una grúa ante el chalé de los Antuña, ayer, tras el derrumbe. | D. M. / David Montañés

Un buen trozo del patrimonio histórico de Mieres se vino abajo la madrugada del jueves. Gran parte de la zona alta de la fachada y de la cubierta del centenario chalé de los Antuña se desplomó sobre la acera de la calle Numa Guilhou. El hecho de que el desprendimiento ocurriera en plena noche, sin viandantes en la zona, evitó que el suceso tuviera más consecuencia que los daños materiales: "Si en ese momento llega a pasar alguien por debajo el desenlace hubiera sido trágico", asegura uno de los vecinos del edificio de pisos más próximo.

El chalé de los Antuña es uno de los pocos referentes arquitectónico que conectan el Mieres actual con la ciudad emergente de principios del siglo XX. Se trata del postrero vestigio que ha sobrevivido del viejo barrio fundacional de Oñón, cuyas últimas edificaciones fueron derribadas hace ya más de una década. El inmueble fue construido en los años veinte del pasado siglo por el republicano Ulpiano Antuña, que previamente había sido alcalde del municipio. En este chalé nacieron Ramón y Joaquín Antuña, los Hermanos Antuña que hoy dan nombre al estadio de fútbol en el que juega el Caudal Deportivo. El reconocimiento es fruto de su participación, en 1918, en la fundación del Racing Club de Fútbol de Mieres, embrión del Caudal Deportivo.

El importante desprendimiento ha obligado a cerrar la acera de la calle Numa Guilhou. Se vino abajo toda la zona alta del frontal del inmueble. Las fuentes municipales consultadas por este diario apuntan que el derrumbe de la estructura se ha producido justo cuando los propietarios del edificio había iniciado el procedimiento administrativo previo para su rehabilitación.

El chalé de los Antuña fue diseñado por el reconocido arquitecto ovetense José Avelino Díaz y Fernández Omaña, responsable de otros históricos inmuebles de la ciudad, como el edificio que alberga actualmente al grupo escolar Aniceto Sela-Liceo Mierense. El chalé fue ideado como hotel, inspirado en la tipología de casa montañesa. Finalmente se convirtió en casa familiar, llegando a ser utilizado como lagar. Está incluido dentro del registro municipal de patrimonio artístico. Desde el ámbito municipal se destaca que se trata de una obra que introduce valiosos elementos constructivos y decorativos. Cuenta con vanos halconeros, balcones volados de aire barroco, balcones al ras con antepechos de madera, alero volado en madera de carácter regionalista, vanos de perfil mistilíneo, arcos de medio punto, remates con pináculos… Se conserva la carpintería original en madera con contraventanas internas y la puerta principal de doble hoja con entrepaños tallados.

El chalé de los Antuña está ubicado a pocos metros de otros dos chalés centenarios, en sus casos obra del arquitecto Teodoro Anasagasti. Ambos fueron adquiridos por el Ayuntamiento y rehabilitados. El menor de ellos es actualmente sede de la asociación Santa Bárbara. El segundo, la Casa del notario Vigil, está pendiente de uso.

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