La "otra" Rosalía expulsa de su casa a las torres de la línea Lada-Velilla

La retirada del tendido de alta tensión deberá preservar el hábitat del valioso insecto, la Rosalía alpina, y de otras especies: osos, buitres, azores o alimoches

Un macho adulto de "Rosalia alpina".

Un macho adulto de "Rosalia alpina". / LUIS MARIO ARCE

Luisma Díaz

Rosalía –"alpina", no la cantante– es la culpable de que en las obras de desmantelamiento de la línea de alta tensión Lada-Velilla tengan que llevar a cabo algunos trabajos especiales para evitar la destrucción de su hábitat. La rosalía alpina es un gran insecto protegido en toda Europa, que habita en los hayedos del parque natural de Redes, atravesado por el tendido eléctrico que se va a desmontar. No es la única especie que obligará a tomar algunas medidas de precaución. También están los azores, buitres, alimoches y los osos.

Las torres de Lada-Velilla, expulsadas de la casa de la rosalía alpina

Las torres de Lada-Velilla, expulsadas de la casa de la rosalía alpina / Luisma Díaz

El cuerpo de la rosalía alpina mide hasta 4 centímetros, y sus antenas, otro tanto. Son pequeñas joyas de la fauna europea, tanto por su escasez, como por su coloración (entre gris y azul topacio). Viven entre las hayas, árboles dominantes en la parte alta de Redes, en un tramo donde se van a retirar catorce torres de alta tensión. Para ello habrá que hacer cortas, alguna tala. El informe de impacto ambiental de la esperada actuación se compromete a que durante la obra "se apilarán troncos (escogiendo preferentemente los de mayor diámetro) para que se descompongan en situación soleada, en puntos concretos del bosque próximos al área de actuación. Las zonas de ubicación serán determinadas previamente por la supervisión ambiental de la obra". El objetivo de estas pilas de madera es "favorecer la presencia de rosalía alpina", a la que le gusta la madera de haya para reproducirse.

Otras especies de mayor tamaño también obligan a tomar medidas precautorias durante el desmantelamiento. Cuando se lleven a cabo los trabajos, "se requerirá información a los organismos competentes en materia de especies protegidas de Asturias y de Castilla y León sobre la posible presencia de osas con crías en el entorno de las obras. En caso afirmativo, se establecerá el calendario de actuaciones más adecuado para minimizar las molestias". El parque natural de Redes es ahora una de las principales áreas de expansión del oso. En el entorno de Riaño, ya en León, y colindante con el parque asturiano, el plantígrado está asentado hace muchos años. En este entorno también se van a eliminar torres de alta tensión.

Más medidas para intentar no molestar a los vecinos animales. En Caso, a 135 metros del camino que permite acceder a cuatro de la estructuras que van a ser eliminadas, hay un nido de azor (ave rapaz de mediano tamaño que vive en los bosques densos). Esto hará que, al igual que con los osos, se establecerá un calendario que evite las labores susceptibles de ocasionar molestias durante el período reproductor de la especie".

Las labores que se van a llevar a cabo con helicóptero, cercanas al embalse de Tanes, también tendrán sus cuidados, ya que a un kilómetro de las torres que se van a tener que retirar usando apoyo aéreo, existe una colonia de buitres leonados, donde también hay presencia de alimoches, ambas especies con cierto nivel de protección, sobre todo la segunda, poco abundante.

Ante tal abundancia de fauna, una noticia menos alentadora. El desmantelamiento de la línea también atraviesa el hábitat potencial del urogallo cantábrico. A 150 metros de "las torres 88 y 89", en Caso, se encuentra un cantadero de esta especie en alto peligro de extinción. Sin embargo, "no hay datos de su ocupación desde 2007". Otros cantaderos cercanos a otras torres, lamentablemente, "están probablemente desocupados, según la información disponible".

El proyecto para la retirada de la línea Lada-Velilla se divide, al igual que el trazado de alta tensión, en dos tramos. El primero, que discurre por Asturias, de 52,32 kilómetros. Se desmantelarán un total de 89 torres (eran 90, pero hay una ya retirada porque se cayó con un temporal). El segundo tramo, de 13,72 kilómetros, discurre por León y Palencia, con siete torres.

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