Las energías verdes, una oportunidad para las Cuencas: el almacenamiento de calor en la tierra, próximo paso para la geotermia en Mieres

La investigadora Cristina de Santiago sostiene que una tecnología ya usada en el norte de Europa reduce al máximo el consumo energético

Cristina de Santiago, a la derecha, durante su ponencia en el campus de Mieres. | C. M. B.

Cristina de Santiago, a la derecha, durante su ponencia en el campus de Mieres. | C. M. B. / C. M. BasteiroC. M. B.

C. M. BasteiroC. M. B.

Objetivo: una factura de calefacción a cero. Y es posible. El Instituto Geológico y Minero de España (IGME) trabaja ya en el desarrollo del almacenamiento de la geotermia, una técnica que permitirá "guardar" el calor del verano bajo tierra para usarlo durante el invierno. Reduciendo así drásticamente el gasto energético. El almacenamiento de geotermia, aunque suene casi a magia, es ya relativamente frecuente en el norte de Europa. Empieza a implantarse en España, y uno de los territorios en el que ya sería "técnicamente posible" es en Mieres (completando así la red de calor de geotermia). Este es uno de los avances tratado ayer en el curso de verano que se imparte en el edificio de investigación del campus de Barredo y que dirige Miguel Ángel Rey, en colaboración con la Cátedra Hunosa.

Para hablar de "almacenamiento geotérmico estacional", el encuentro contó con Cristina de Santiago Buey. Es doctora en Ciencias Geológicas y trabaja en el IGME, en el grupo de investigación "Geoenergía". Ella estudia la energía que nace en el calor de la tierra. "La geotermia no es solo aprovechar el calor del terreno, sino también almacenarlo", explicó. En pocas palabras, para que todos lo entiendan: "Se trata de extraer calor de los edificios, inyectarlo en el terreno y dejarlo acumulado". Aprovechar el calor que sobra en verano para calentarse en invierno, reduciendo así el consumo a cero gracias a una suerte de "frigorífico" bajo tierra.

La pregunta es obligada: ¿sería posible implantar el almacenamiento en Mieres? "Técnicamente, sí", apuntó la experta sin dudar. Pero, antes, habría que estudiar el terreno para determinar si es adecuado para "guardar" el calor. Depende, entre otras cuestiones, del tipo de tierra. La arcilla, por ejemplo, almacena mejor que la caliza. "Todos los materiales que son buenos conductores del calor no son óptimos para el almacenamiento", matizó la investigadora del IGME.

Como se explicó unas líneas atrás, el almacenamiento de geotermia es utilizado ya en países del norte de Europa. En España también se ha desarrollado algún proyecto interesante. En Madrid, ya se aprovecha el calor que genera el metro con fines energéticos. A pesar de esta actuación, señaló la geóloga del IGME, "vamos un poco por detrás".

También se va por detrás en la geotermia ligada a la obra civil. Las investigaciones han demostrado que el hormigón es "un excelente material de contacto para la geotermia". Por eso las grandes construcciones, según De Santiago, deberían incluir ya un sistema de aprovechamiento de geotermia. Un buen ejemplo son los túneles que unen Suiza con Italia, calefactados con energía de la tierra para evitar las heladas.

España no está en cabeza en almacenamiento ni en obra civil. Sí lo está, apuntó De Santiago, en redes de calor extraordinarias: las de los pozos de Barredo y Fondón, las únicas del país que reaprovechan el agua de mina energéticamente.

De 23 grados en la mina a 80 en los radiadores: así funciona la red de Barredo

¿Cómo llega hasta los radiadores de La Mayacina el calor del pozo Barredo? Teresa Fernández, investigadora de la Cátedra Hunosa, explicó ayer el funcionamiento de la red de calor de Mieres. La primera de estas características en España, a la que siguió la del pozo Fondón (Langreo), porque aprovecha el agua caliente de una antigua explotación minera. La ponencia de la experta, enmarcada en el curso de verano sobre geotermia que acoge el campus de Barredo, llevó por título "Redes de calor". Únicas entre muchas. Porque, según la Asociación de Empresas de Redes de Calor y Frío (ADHAC), explicó Teresa Fernández, actualmente ya hay en España 516 redes de calor. La de Mieres abastece a los edificios del campus, el IES Bernaldo de Quirós y 248 pisos de La Mayacina. Las bombas sumergibles extraen el agua del pozo Barredo a una temperatura de 23 grados centígrados. Tras su paso por el intercambiador, en el que se calienta agua limpia del Caudal, la de mina vuelve al río a una temperatura de 18 grados. Hay dos bombas de calor. La primera, para el campus y el IES, aumenta la temperatura hasta los 80 grados. La segunda, para La Mayacina, alcanza los 65 grados.

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