El escándalo de los cementerios de Langreo: El Ayuntamiento despide al trabajador condenado por acosar a una compañera

Las sentencias judiciales recogen que el hombre dijo que "no querían mujeres allí" y que "las mujeres son todas unas putas, solo valen para follar y fregar".

Por la izquierda, en primer término, Roberto García, Marina Casero y David Álvarez, con militantes, en la sede de IU.

Por la izquierda, en primer término, Roberto García, Marina Casero y David Álvarez, con militantes, en la sede de IU. / M. Á. G.

El Ayuntamiento de Langreo comunicará de forma inmediata su despido al trabajador del servicio municipal de cementerios condenado por acoso a una compañera. La medida, que el Alcalde pretende hacer efectiva en las próximas horas, será provisional, a la espera de que el expediente sancionador abierto se dilucide, en un plazo de dos o tres semanas. El gobierno local y la dirección de IU en Langreo esperan que ese proceso acabe con la expulsión definitiva del operario de la plantilla municipal.

Así lo explicaron este miércoles el alcalde de Langreo, Roberto García; el coordinador local de IU, David Álvarez; y Marina Casero, concejala de Igualdad. El expediente municipal se reabre después de que el Tribunal Supremo haya ratificado la sentencia que condena al trabajador. Esa resolución hizo firme la sentencia del Juzgado de lo Penal número 1 de Langreo, en la que el empleado del Ayuntamiento fue condenado a 9 meses de prisión por acosar laboralmente a una trabajadora, a la que además debe pagar una indemnización por daños morales de 3.000 euros. El proceso judicial se alargó más de cinco años.

El regidor de Langreo aseguró que el Ayuntamiento ha tenido que esperar a que finalizara el procedimiento jurídico para actuar disciplinariamente contra el trabajador. "Sin aspavientos ni teatralizaciones, nosotros vamos poco a poco haciendo nuestro trabajo. Yo firmé una resolución solicitando la expulsión de este trabajador de su puesto de trabajo, una resolución que fue rechazada por la secretaria municipal porque no se atenía a derecho, al estar inmerso el proceso en un recuso de casación en el Tribunal Supremo. Y no se podía continuar con el proceso de sanción a nivel interno hasta que se pronunciase el Tribunal. Una vez que ya lo ha hecho, nosotros continuamos con el procedimiento, poniendo otra vez en marcha el expediente sancionador", relató García.

El alcalde señaló que ya "como primer paso esperamos que, en el día de hoy o a lo sumo mañana, este trabajador reciba la correspondiente sanción expulsándole. Será como medida disciplinaria y de prevención porque la trabajadora se incorporará dentro de poco a su puesto de trabajo después de una baja y debemos protegerla". García apuntó que, por ahora, el trabajador "mantendrá su sueldo hasta que sea una sanción definitiva una vez que termine el proceso de instrucción, que calculamos será de quince días o tres semanas. Ya se ha nombrado un tribunal y un instructor y se dará audiencia a las partes. Ahora la sanción es temporal, pero el Ayuntamiento confía en que, una vez cerrado el expediente, el despido sea definitivo, ya que "tras dos sentencias condenatorias y el respaldo del Supremo los hechos están probados más que de sobra".

"Nos hubiera gustado", prosiguió el Alcalde, "que todo hubiera sido más rápido, pero tristemente este es el ritmo con el que funciona la justicia en nuestro país. No es de recibo que una persona tenga que esperar seis años para que una sentencia se haga efectiva". Explicó el Alcalde, de haber seguido con el expediente sancionador interno sin una resolución judicial firme, el trabajador podría haberlo impugnado "o me hubieran acusado a mí de prevaricación porque tenía un informe en contra de secretaría".

El Supremo suscribe la sentencia que consideraba probado el acoso a la trabajadora del servicio de cementerios. Entre otras cuestiones, el condenado habría dicho que "no querían mujeres allí" y que "las mujeres son todas unas putas, solo valen para follar y fregar". Además de este tipo de expresiones, que el condenado "solía proferir cuando se trasladaba la cuadrilla de operarios", también llegó a "dejarla en el fondo de un panteón en el cementerio de Pando, a unos tres metros de profundidad, tras retirarle la escalera impidiendo así su salida y teniendo que esperar unos veinte minutos".

Marina Casero resaltó la "valentía" de la trabajadora "por enfrentarse a su acosador y a todos y cada uno de sus cómplices". Su denuncia, añadió, "pone voz a muchas mujeres que ya no consentimos que se nos infravalore, se nos menosprecie y se nos insulte, y mucho menos en nuestro puesto de trabajo".

Legislación

David Álvarez aseguró, por su parte, que la dirección local de IU, respaldada por el comité local del PCE, "nos solidarizamos con la víctima porque ha sido un calvario para la trabajadora. Hay que promover una reforma de la legislación española. No es lógico que se tarde más de cinco años en tomar medidas; en casos así da la sensación de que la legislación en lugar de proteger a la víctima protege al agresor".

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