Riaño pone las pistas: reflotan el complejo para jugar al pádel del polígono

Dos jóvenes deportistas reabren la instalación y este fin de semana ya tienen más de 100 parejas para jugar

Pablo Fernández Peñalva, en las instalaciones de Pal Pádel, en Riaño

Pablo Fernández Peñalva, en las instalaciones de Pal Pádel, en Riaño / LNE

David Orihuela

David Orihuela

Pablo Fernández Peñalva lleva toda la vida jugando al pádel. Ha sido campeón de Asturias en todas las categorías y sus 33 años aún sigue dando guerra, el año pasado perdió la final del campeonato de Asturias absoluto. El resto de jugadores, su compañero y la pareja rival, tenían como mínimo 10 años menos. Esa pasión se ha convertido también en su forma de vida y en su proyecto de futuro.

Nacido en Madrid pero criado en Asturias, Fernández Peñalva lleva tres años dando clases en Pal Pádel, en el polígono de Riaño II. Ahí salió su faceta de emprendedor, de querer ir más. “Siempre pensé que el centro tenía más posibilidades, que se podía mejorar y hacer más cosas”, reconoce. Y llegó el momento de dar el paso al frente. A través de un alumno se enteró de que el propietario de las instalaciones quería deshacerse de ellas. El deportista y profesor no quería que cerrase, quería que aquello fuese a más así que buscó un socio dispuesto a sacar adelante la idea. Lo encontró en su amigo Fernando Marcilla, otro enamorado del pádel, “muy dispuesto e ilusionado”.

El pasado 15 de enero entraron en las instalaciones siendo ya propietarios de Pal Pádel. Este fin de semana lo celebran con una gran reinauguración “que ha tenido una acogida tremenda”, explica Fernández Peñalva. Tanto que han tenido que abrir lista de espera para apuntar a todas las parejas que quieren participar en ese torneo de celebración. “Por el momento tenemos 115 parejas y las que tenemos que dejar fuera”, apunta el flamante propietario.

Las instalaciones disponen de seis pistas, todas cubiertas, y los nuevos socios han puesto en marcha una cafetería y una minitienda en la que comprar productos relacionados con el pádel. Han comenzado por ahí “pero hay un par de espacios en la nave que no se utilizan y para los que ya tenemos algún proyecto”, dice Fernando Peñalva.

Vista general de las instalaciones de Pal Pádel, en Riaño

Vista general de las instalaciones de Pal Pádel, en Riaño / LNE

Con 33 y 32 años, los que tiene Fernando Marcilla, los dos jóvenes jugadores y profesores de pádel se han convertido en empresarios “con un proyecto a largo plazo”. En Pal Pádel ofrecen todas las actividades de la escuela, clases particulares o en grupo, alquiler de pistas y organización  de partidos. Para ello cuentan con la ayuda de Lucas Huerta, el único empleado que por ahora tiene la empresa.

Pablo Fernández Peñalva ha logrado cerrar el círculo, de aquel crío que empezó con la raqueta a empresario de su deporte preferido. Y lo ha hecho en la cuenca del Nalón “un lugar donde siempre me han tratado muy bien”. “Llevo tres años dando clases en Riaño y siempre estuve muy cómodo y ahora que nos hemos hecho con las instalaciones, nos han acogido genial”, subraya.

Ahora, solo queda llenar las pistas de jugadores. Si el lector “googlea” para buscar las instalaciones se dará cuenta de que si vive en el centro de Asturias las tiene a 20 minutos de casa, al lado de la autopista y sin problemas para aparcar. Ya puede ir reservando pista.

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