El comercio, incapaz de hacerse hueco en el ensanche urbano de Mieres, con casi todos los locales vacíos tras 15 años a la venta

El Ayuntamiento espera abrir este verano el local de estudios que lleva meses sin terminarse por la quiebra de la constructora

El Plan Parcial Vasco-Mayacina se aprobó en octubre de 1988 y desde entonces se ha venido desarrollando a trompicones. Se han construido cerca de 550 pisos, sobre los 700 planteados en su inicio. El desarrollo del nuevo barrio ha sufrido importantes modificaciones, con espacios de aparcamiento en la zona sur y un gran parque en los terrenos centrales. Al final no se ha construido el aparcamiento subterráneo previsto inicialmente. Pero hay otras ausencias igualmente significativas. El nuevo barrio no ha generado tejido comercial.

La Sociedad Estatal de Promoción de Suelo (Sepes) fue la primera en desarrollar residencialmente la Mayacina. Para insuflar energía al ambicioso plan residencial, asumió la promoción del primer bloque de viviendas. En octubre de 2010 los primeros vecinos recogieron las llaves de sus pisos en el edificio con la fachada en color negro y que fue bautizado con el nombre de "Vivazz". En total, 131 pisos, cuya venta recibió un impulso en 2021, cuando aún quedaban sin vender más de 60. Se activaron rebajas del 25 por ciento y desde entonces se han vendido más de dos decenas de inmuebles. 

El problema radica ahora en los bajos del edificio, de color negro carbón. Tiene sus cuatro bajos comerciales vacíos. Sus tamaños van desde los 90 hasta los 128 metros cuadrados útiles. Han pasado tres lustros desde su comercialización, sin cerrarse una sola operación. Y eso que hace casi dos años se inauguró justo enfrente de los inmuebles el parque “Aníbal Vázquez”.

Los bajos de la Mayacina se estuvieron ofreciendo a un precio de aproximadamente mil euros el metro cuadrado. La falta de interés provocó que, hace ya varios años, las promotoras privadas ofrecieran descuentos del 28 por ciento. De momento, la demanda ha sido muy pequeña pese a que en el nuevo barrio ya residen más de mil vecinos. El último edificio en construirse, hace ya una década, fue el promovido por el Principado para fomento del alquiler. Sus tres bajos comerciales se han sumado a la bolsa de locales sin vender. Para intentar asignarlos, la dirección general de Patrimonio planteó una subasta pública, sin de momento resultado. Los inmuebles disponen de 100 metros cuadrados cada uno.

Amplia oferta

El pequeño y mediano comercio, hasta la fecha, le ha dado la espalda al ensanche urbano de la Mayacina. Son casi 20 los bajos construidos en las cuatro promociones residenciales ya ejecutadas. El primer local no se ocupó hasta mediados de 2015, cuando se puso en marcha una clínica de resonancias. Luego abrió una peluquería en la zona ya más alejada del corazón de la Mayacina, en concreto, frente a la vieja estación del Vasco. El recuento se queda ahí.  

El local de estudios de la Mayacina, pendiente de los últimos remates.

El local de estudios de la Mayacina, pendiente de los últimos remates. / David Montañés

A estas alturas debería estar un tercer local en uso, concretamente uno de los habilitados en el inmueble de alquileres, el último en construirse. El Ayuntamiento de Mieres abordó hace dos años las obras para adecuar uno de los bajos de la calle Horacio Fernández Inguanzo como sala de estudio. Las labores se adjudicaron con un presupuesto de 107.243 euros. El problema es que la constructora quebró, dejando sin terminar el proyecto. La tediosa burocracia ha impedido al Ayuntamiento culminar las actuaciones pendientes, que se centran en acabar con el equipamiento y colocar sistemas electrónicos de control de acceso. Los planes municipales pasan por abrir la instalación a lo largo del verano. Será el primero de los siete bajos comerciales habilitados en el frente norte del parque que entre en servicio. Los inmuebles, ubicados en pleno centro de Mieres, llevan entre 10 y 15 años esperando uso. 

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