Se las prometían muy felices los aficionados azulgrana. Se pensaba que la historia se repetiría el domingo en el Hermanos Antuña. Pero el gozo, en un pozo. No siempre salen las cosas como se desea.

El último derbi de las cuencas lo ganó el Caudal Deportivo. El Unión Popular de Langreo no fue capaz de lograr la quinta victoria consecutiva en el Hermanos Antuña, ante su rival intercomarcal, que en esta última ocasión se alzó con el triunfo. Y lo hizo con todo merecimiento, sin duda.

No fue un buen partido. El equipo que dirige Javi Gómez no estuvo las más de las veces a la altura de las circunstancias, aun cuando se ha de tener en cuenta que, cuando su contrincante parecía que había perdido gas, la expulsión del meta Ricardo le perjudicó ostensiblemente. Y después, para colmo de males, llegaría el segundo gol caudalista tras marcar Saúl en su propia meta. Pero no caben disculpas en cuanto al, sin discusión, legítimo triunfo del cuadro blanquinegro.

El Unión Popular de Langreo que jugó en Mieres fue el mismo equipo que estuvo hasta hace bien poco once jornadas seguidas sin conocer la derrota. Y desde luego, nadie en el seno azulgrana se rasga las vestiduras tras esta derrota en Mieres y la anterior, en el propio feudo, frente al Marino de Luanco, otro gran equipo que por algo es el líder de la Tercera División asturiana.

Y no se ha de mirar hacia atrás, sino hacia delante, con fe e ilusión. En el fútbol unas veces pintan oros y otras bastos. Aún falta mucho camino por recorrer. Todavía, claro está, el equipo de Langreo puede, y debe, rehacerse para lograr su objetivo, que es, cuando menos, finalizar la Liga entre los cuatro primeros clasificados. Algo difícil, evidentemente, pero en absoluto imposible para la plantilla que dirige el entrenador gijonés Javier Gómez.

Faltan aún catorce jornadas o, lo que es lo mismo, treinta y nueve puntos por disputar, para la conclusión de la competición doméstica. Queda mucha tela todavía por cortar. Se ha de confiar en que los sastres azulgrana la corten como es debido para jugar la promoción de ascenso.