Oviedo

Poca intensidad defensiva y un correcalles en ataque. Así empezó el partido en Pumarín entre el Oviedo y el colista Gandía, con los locales lejos de lo que se esperaba de ellos, ya que el equipo salió apagado. Tras un intercambio inicial de canastas, el Gandía se aprovechó del despiste inicial de los locales y llegó a tener diez puntos de ventaja. Riera dio entrada a Héctor Macía, Rubén Suárez y Álex Lesmes, lo que propició la reacción local, a partir de un triple del joven Lesmes, que permitió recortar diferencias para llegar al final del primer período con cuatro de desventaja. No tardó en el segundo cuarto Héctor Macía en hacer gala de su espectacular gancho para poner al Oviedo a un punto y permitir que su hermano Adrián pusiese a los locales por primera vez con ventaja (23-22). Pero un parcial de 0-8 para el Gandía, liderada por el veterano Miller, volvió a llevar la diferencia a nueve puntos. La salida de pista de Miller la aprovechó el Oviedo para empatar a un minuto del descanso y después ponerse con dos de ventaja.

Tras el descanso muchas imprecisiones, pero el Gandía supo ponerse por delante en el marcador al final del tercer cuarto. Al final, el Oviedo entró en el último minuto uno abajo y Oha llevó la diferencia a cinco con 18 segundos por jugar. Fue el mazazo definitivo para una derrota inesperada en el peor momento.