Caco Morán se considera "un afortunado" por lo que le ha dado el fútbol. En su carrera ha logrado tres ascensos a Primera División y ha jugado en clubes importantes como Numancia, Levante, Recreativo, Oviedo y Sporting. A pesar de todo, en un arranque de humildad, culpa de gran parte de lo que le ha ocurrido a la suerte: "No fui gran cosa y tuve fortuna en cada momento", dice. Entre sus grandes recuerdos está el haber marcado un gol en el Santiago Bernabeu, aunque no todo el mundo le hace caso cuando relata esta historia: "Le cuento a mi hijo que marqué en el Bernabeu y no se lo cree", dice. Cuatro años después de colgar definitivamente las botas trata de transmitir los conocimientos que ha ido adquiriendo y sobre todo valores que considera más importantes a los juveniles del Veriña, de División de Honor, equipo al que ha comenzado a entrenar esta temporada.

A este gijonés de 40 años nunca le ha gustado perder el tiempo y por eso intenta aprovecharlo al máximo. Sus últimos años de futbolista, en los que jugó en el Lealtad, los utilizó también para acabar la carrera de Empresariales que había comenzado tiempo atrás. También a lo largo de su etapa de futbolista se fue sacando los títulos de entrenador, que completó con un curso intensivo. Una vez fuera de los terrenos de juego, además de a entrenar, vuelca sus esfuerzos en una empresa, Anglosport, que mezcla la actividad deportiva para los niños con la enseñanza de inglés.

A corto plazo su principal meta es mantener al Veriña en la máxima categoría juvenil, junto a clubes de relumbrón como Sporting, Oviedo, Deportivo o Celta. "Es muy complicado", reconoce, pero no se resiste a enseñar a sus jugadores una de las lecciones más importantes que le puede enseñar a las nuevas generaciones alguien que ha jugado a tan alto nivel: "Deben aprender a competir". Y es que la etapa de juveniles es un paso fundamental y supone un cambio en la forma de afrontar el fútbol: "Se empiezan a dar cuenta de que el fútbol no es exclusivamente diversión. La permanencia está por encima de que jueguen todos. Tienen que aprender que el fútbol es injusto".

A Caco Morán no le importa reconocer que la generación actual está "un poco consentida": "Tienes que intentar que vean las cosas claras y que se comporten como personas mayores. Que entiendan que la vida ya no es perfecta y que pertenecen a un colectivo por encima de lo individual. Con 18 años ya no hay que decirle a papá que vaya a hablar con el entrenador".

Pero toda esta seriedad que trata de otorgarle este entrenador al fútbol no le impide ser muy flexible con lo que considera más importante: los estudios. Caco sabe mejor que nadie lo difícil que es llegar a la élite y por eso es el primero en animar a sus jugadores a que primen el tener una buena formación académica a la práctica del fútbol. "El fútbol no deja de ser secundario. Cuando están entrenando tienen que tener intensidad y exigencia máxima; pero los estudios están por encima. Yo tengo claro que no voy a penalizar a ningún jugador que se quede un día en casa por estudiar".

En cuanto al nivel de las nuevas generaciones de futbolistas, Caco reconoce que son mejores en cuanto a "técnica individual" pero les achaca que "han bajado en competitividad: es fácil encontrar jugadores que le dan un montón de toques al balón pero muy difícil encontrar jugadores competitivos, fuertes de cabeza y constantes".

Este exfutbolista no se pone ningún límite como entrenador, se siente a gusto en esta labor y considera que tiene aptitudes para desempeñarla en equipos senior y a mayor nivel: "Todo tiene sus etapas. La División de Honor te exige como un profesional pero el componente de exigir a un equipo senior es diferente. Tengo ganas de probar eso. Me lo pide el cuerpo. Ahora estoy bien en el Veriña, pero me formé en esto para intentar llegar lo más lejos posible. He tenido grandes entrenadores y he aprendido de ellos".

Al margen de su carrera actual como entrenador y antes como futbolista, a Caco Morán lo que más le llena de una vida ligado a los campos de fútbol es estar rodeado de amigos por todas partes: "Conoces gente por toda España. Levanto el teléfono y tengo a alguien siempre para lo que necesite. Te llena de orgullo tener amigos por todas partes. De verdad que te sorprendes".

Un mediocentro de largo recorrido

Alejandro Morán Santamaría, Caco Morán, pasó toda su etapa de cantera en el Sporting, equipo con el que debutó en Primera División con tan solo 21 años. Luego llegarían Levante, Extremadura, Numancia, Recreativo, Jaén y Oviedo. Con tres ascensos a Primera y tres temporadas en la máxima categoría, este mediocentro defensivo logró cumplir su sueño de ser futbolista.