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Retrospectiva

Goyo Alonso y su salmón récord

El mayor ejemplar capturado en España salió del Narcea en 1962 tras una jornada épica de un pescador gijonés: alcanzó los 16,100 kilos de peso

Goyo Alonso, con dos salmones.

El gijonés Gregorio Alonso Cabo, Goyo capturó, en marzo de 1962, en aguas del Narcea, un salmón de 16,100 kilos que actualmente sigue siendo récord de España de la especie. Después de 55 años ningún ejemplar ha conseguido superar esta marca, hecho que deja bien claro la importancia de aquella captura. Se han pescado varios salmones que han superado los 15 kilos, pero ninguno ha sido capaz de arrebatar a Goyo un récord que bien merece ser recordado.

Gregorio Alonso nació en Gijón en 1925 y falleció a los 83 años de edad. Abogado de carrera, siempre se dedicó al negocio ferretero familiar. Su gran pasión, desde temprana edad, fueron la pesca, principalmente de salmones, y la caza en la modalidad de pluma. De hecho, estuvo practicando ambas aficiones hasta los últimos días. Baste decir que en 1975 tuvo un accidente mientras estaba pescando, cayó desde la pasarela del desaparecido pozo de Peñafurada, entonces coto de La Defensa, a unos diez metros de altura y rompió una pierna por nueve sitios diferentes, hecho que le dejó una cojera permanente el resto de su vida. Antes de acudir al médico de Cornellana, como previamente le había picado un salmón, tuvo que tirar una varada más con la esperanza de prender el ejemplar. Este grave accidente, lejos de hacerle abandonar su afición, incrementó sus ganas de seguir practicando tanto la pesca y como la caza.

Durante muchos años llevó de ganchero a José Avelino Aparicio Alonso, Nené, con quien tuvo una gran amistad. Desde principios de los años cincuenta siempre iban juntos, en un primer instante a pescar truchas y posteriormente solo en busca de salmones. Goyo siempre entendió ambas aficiones como un deporte, mostrando un gran respeto al medio donde las desarrollaba y a las especies objeto de sus jornadas. En 1971 obtuvo el segundo puesto en el Festival Internacional del Salmón que se celebró en aguas del río Narcea y, en 1982, representando a España, también consiguió la medalla de plata en el campeonato mundial de pesca de salmón que igualmente tuvo como escenario las aguas del río Narcea.

Cumpliendo su última voluntad, parte de sus cenizas fueron vertidas en el río Narcea y en la Sierra de Malleza, donde disfrutó plenamente de sus aficiones durante los últimos años de su vida.

Así se pescó el récord

Fue un 20 de marzo de 1962 en el pozo Carbajal, entonces denominado Lote 9 de Turismo, en las inmediaciones de Cornellana. El día anterior Goyo había capturado otro magnífico ejemplar en el pozo El Recodo, perteneciente al coto de Las Consas, en la zona alta del Narcea, que dio en la báscula 11,500 kilos. Este hecho da una idea del tamaño de los peces que entonces daba el Narcea a principio de temporada.

Aquella mañana, como en tantas ocasiones, Goyo recogió a Nené con su seiscientos y se encaminaron hacia el lote que tenían asignado, Carbajal. Un día soleado y un Narcea con elevado caudal debido al deshielo les esperaba. Decidieron empezar a cucharilla, cincuenta metros por debajo de la cabecera del pozo, punto donde salían la mayoría de los salmones del lote. Eran las once cuando Goyo clavó el salmón. El pez subió río arriba dando saltos y dejando ver parte de su lomo, sin que pescador y ganchero se percatasen de su tremendo tamaño. Al llegar a la cabecera el salmón se descolgó aguas abajo, haciendo que Goyo tuviera que seguirle por la orilla, no sin apuros, pues hubo de sortear maleza y demás dificultades para llegar de nuevo a la altura del pez.

Habían transcurrido unos veinte minutos desde que el salmón fue prendido. En la la falda del pozo el pez se puso en tabla, de costado, y a punto estuvo de descolgarse en dirección al Molinón, lo que hubiera dificultado mucho la pelea. Nené, que en todo momento estuvo junto a Goyo, no tuvo más remedio que meterse en el río vestido, con el agua por el pecho, para intentar echar el gancho al salmón. En pleno mes de marzo y con aguas de nieve, tarea nada fácil. Se adentró cincuenta metros río adentro pero, pese a tener el salmón muy cerca de su posición, no era capaz de verlo. En la margen contraria se encontraba contemplando el lance Justo, el guarda, que orientó a Nené hasta tener el pez a tiro de gancho. Quilo, el panadero, que también se encontraba por la zona ayudó a Nené a sacar el salmón y tratar de normalizar la situación.

Ya con el pez en tierra, se dieron cuenta que era mayor al capturado el día anterior, pero sin llegar a pensar que tenían el récord de España. Después de las pertinentes felicitaciones y de comentar el lance, dejaron el salmón a la sombra y continuaron pescando. A mediodía fueron a casa de una vecina a pesarlo en una vieja romana que no hacía más de 16 kilos, y en ese instante fue cuando fueron conscientes del verdadero tamaño del pez. Entonces Nené se dirigió a Goyo "corre para Cornellana que tienes un récord".

Ambos salieron rápidamente a precintar a Casa Alberto, el Gordo, donde entonces se guiaban los salmones capturados en el Narcea. Allí, ante la atenta mirada de los guardas mayores de Montes y Turismo, Eusebio Menéndez y Pepe Restalla, y del comandante de la Guardia Civil de La Rodriga, Miguel Macías, se pesó el pez que paró la báscula en 16,100 kilos, midió 110 cm de longitud y 69 de perímetro. Se pesó tres horas después de su captura y, con seguridad, algo perdió durante ese tiempo. Por este motivo, en aquellos años era frecuente que en las cuadrillas de pesca hubiera un ciclista, que llevaba al precinto el salmón recién capturado para evitar que perdiera peso y valor, ya que el precio se ponía en función de lo que indicase la guía correspondiente.

El revuelo que se formó alrededor del salmón fue enorme, tanto en los distintos bares de Cornellana como, posteriormente, en el Bar Corona de Gijón, donde se hizo una fotografía para la historia, una instantánea que inmortaliza al afortunado, en compañía de un camarero, mientras de sus manos cuelgan las dos piezas conseguidas por Goyo.

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