El Alimerka Oviedo Baloncesto, de fiesta: el equipo azul anota 20 triples para ganar al Melilla (107-90)

El OCB suma su cuarta victoria de pretemporada y celebra a lo grande San Mateo

Josep Pérez, con el balón, trata de zafarse de Ryan Richmond. |

Josep Pérez, con el balón, trata de zafarse de Ryan Richmond. | / David Cabo

Antonio Lorca

Antonio Lorca

Alimerka Oviedo, 107-Melilla, 90

Alimerka Oviedo, 107-Melilla, 90

Cuartos: (25-27), (30-13), (25-24), (27-26)

Alimerka Oviedo: Josep Pérez (14), Raúl Lobaco (6), Demetric Horton (22), Marc Martí (18), Robert Cosialls (9) –cinco inicial–, Fernando Suárez (2), Álex Tirador, Dan Duscak (9), Mike Drame, Mikel Sanz (11) y Tanner Stuckman (16).

Melilla: Ryan Richmond (16), Parker Vandyke (20), Justas Tamulis (9), Hasau Varence (6) Marc Eddy Norelia (9) –cinco inicial–, Guillerm Arcos (7), Guille Mulero (7), Héctor Figueroa (5), Rokas Gadiliaslas (7), Javi Menéndez (4) y Maodo N’Guirane.

Árbitros: Jesús Marcos Martínez, Diego Requejo y Alejandro Velasco.

Pumarín: Unos 650 espectadores en el cuarto encuentro de las Series Alimerka.

El Alimerka Oviedo quiso contribuir con las fiestas de San Mateo y trasladó hasta el polideportivo de Pumarín un espectáculo deportivo que los más de 600 asistentes disfrutaron tanto como si estuvieran bailando al son de su grupo favorito en cualquier escenario de la ciudad. En lugar de fuegos artificiales se lanzaron triples, muchos triples, hasta veinte consiguió el equipo de Oviedo, que acabó la contienda con 107 puntos por los nada desdeñables 90 del Melilla.

Es la cuarta victoria del OCB en otros tantos partidos de pretemporada y, manteniendo la cautela, teniendo en cuenta que Melilla venía de jugar el día anterior un partido que ganó (90-93) a Valladolid, es para ser optimista y al menos indica una tendencia positiva y una sensación de que este curso las cosas pintan algo mejor que el pasado, cuando las lesiones con las que llegó el equipo al inicio de liga provocaron disfunciones que costó mucho corregir después.

El Alimerka Oviedo inició el encuentro con dos bajas sensibles en el puesto de pívot: Hall Elisias se volvió a quedar en el banquillo, con unos problemas musculares que en un principio no le deberían impedir comenzar la temporada, y tampoco estuvo Davis Rozitis, por precaución. Francisco Amarante, por su parte, sigue su proceso de recuperación y aún tardará un tiempo en incorporarse.

El que sí jugó y a muy buen nivel fue Josep Pérez. El base valenciano, que no había debutado aún, demostró que destila clase en cada movimiento que hace en el campo, con un repertorio espectacular de pases por la espalda, y remató su actuación con un gran acierto en el lanzamiento exterior. Pero es que meter triples parece algo casi obligatorio en este OCB, que ayer sumó veinte, nueve de ellos en un solo cuarto, el segundo, dejando ya decantado el choque (55-40).

El partido se jugó a un ritmo alto y estuvo muy condicionado por ese segundo cuarto, que Stuckman comenzó metiendo tres triples seguidos cuando aún no se habían jugado ni tres minutos. Pero si hubo un jugador que volvió a demostrar que va a dar mucho que hablar en la LEB Oro ese fue Demetric Horton, capaz de generarse sus propios lanzamientos, que después anota con una efectividad pasmosa. También Marc Martí, el capitán, completó la pirotecnia del triple con grandes movimientos debajo del aro para acabar sumando 18 puntos. En general, un partido coral, en el que todos aportaron y en el que la afición del OCB acabó contagiada de lo que estaba viendo en la pista, aplaudiendo y entonándose para despedir las fiestas de Oviedo por todo lo alto.

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