Fiesta en Miramar: El Marino certifica su permanencia

Con la victoria del Marino, el empate de la Gimástica y la derrota del Avilés, el conjunto luanquín certifica su permanencia

Los jugadores del Marino, ayer, celebrando la permanencia en Miramar delante de su afición tras finalizar el partido ante el Covadonga  | Fernando Rodríguez

Los jugadores del Marino, ayer, celebrando la permanencia en Miramar delante de su afición tras finalizar el partido ante el Covadonga | Fernando Rodríguez / Javier Álvarez Lozano

Javier Álvarez Lozano

Miguel Cuesta controla un balón durante el encuentro. | Fernando Rodríguez

Miguel Cuesta controla un balón durante el encuentro. | Fernando Rodríguez / Javier Álvarez Lozano

En una mañana frenética de transistores se aliaron todas las circunstancias para que el Marino certificara su permanencia en la categoría. Necesitaba ganar, que no lo hiciera la Gimnástica de Torrelavega o que perdieran el Fabril o el Avilés.

El Marino intentó resolver pronto el partido y en el minuto 2, un disparo de Mendi lo atrapó un defensa, respondiendo el visitante Samu Pérez con una falta directa que se estrelló en la barrera.

El Covadonga dio la cara en la primera mitad, y en el minuto 5, un disparo de Álvaro García lo detuvo Dennis. El Marino seguía volcado en ataque y en el minuto 8, un disparo de Nacho Matador se fue fuera. En una gran jugada combinativa llegó el primer gol del Marino en el minuto 16. Un centro desde la banda izquierda de Miguel Cuesta lo paró Jandro dentro del área, cediendo el esférico a Mendi, que no golpeó bien en primera instancia por el agua que había en Miramar, pero el rechace de la zaga lo remató con la izquierda, abriendo el marcador.

En el 22, el colegiado señaló penalti por una zancadilla a Borja Álvarez que lanzó Nacho Matador. El guardameta Buru desvió en una gran intervención, convirtiéndose en el mejor de los visitantes. De otros campos llegaban buenas noticias con la victoria momentánea del Coruxo, que permitía al Marino mantener la categoría.

Tras el descanso, en el séptimo córner favorable, lanzado por Guaya en el minuto 59, Nacho Matador peinó de cabeza e hizo el segundo gol local. Los numerosos cambios trataron mantener el ritmo del partido con un fútbol de una a otra área y comenzaron a llegar las noticias de que el Avilés iba perdiendo su encuentro, por lo que los aficionados seguían animando sin parar a su equipo, dándoles ánimos a los suyos para afrontar el tramo final.

En el minuto 68, Miguel Cuesta pidió un penalti por una entrada de Gomes, y en el descuento, Borja Álvarez, que jugó prácticamente de extremo, llegó hasta línea de fondo y su pase atrás lo remató Guille Pinín ante la algarabía de la numerosa afición local. Con el partido finalizado, los jugadores estaban pendientes de los resultados en otros campos. Con el empate de la Gimnástica contra el Coruxo, el Marino certificó su permanencia, y aún más con la sorprendente derrota del Avilés en casa ante el Ourense, que aún le permitió subir un puesto más y lograr una permanencia agónica por las numerosas lesiones que ha sufrido toda la temporada, haciendo muy buen fútbol. Los jugadores y aficionados celebraron por todo lo alto una mañana histórica para el club.