Pues no. Error del que suscribe. La fiesta de los audios de Florentino Pérez no concluía con la rajada contra la “Quinta del Buitre” y la prensa. Quedaban psicotrópicos de los buenos. Las collejas del día del tito Floren se las llevan en la nueva entrega de las cintas prohibidas Guti, Figo y Özil. Cambian los personajes, pero no la línea argumental del presidente del Madrid y (señal de la cruz) ACS.
En lo que va de culebrón ya nos ha quedado claro que el tito Floren divide a los jugadores merengues en “jetas, zoquetes y subnormales”. Luego, hay otras categorías en las que entra, por ejemplo, Luis Figo, cuyo fichaje dio la primera victoria en las urnas al tito. El portugués simplemente es, y siempre según el ser superior, un “hijo de puta”. Pero además de todo esto ha entrado en escena el Florentino más “juguetón”, esa vertiente de señor calentorro de tangaslip atigrado y paquete de Ducados en el elástico.
El presidente merengue desvela entre risas a su interlocutor cómo alguien le contó que Mou le puso las pilas a Özil respecto a su nueva novia, una modelo que vivía en Milán, subrayando con toda clase de detalles que no era chica de un solo hombre
En la más fiel tradición de los personajes de Alfredo Landa y José Luis López Vázquez acosando a suecas en una piscina de Torremolinos, el presidente merengue desvela entre risas a su interlocutor cómo alguien le contó que Mou le puso las pilas a Özil respecto a su nueva novia, una modelo que vivía en Milán, subrayando con toda clase de detalles que no era chica de un solo hombre. Bien haría el todopoderoso en cruzar los dedos y rezar, no vaya a ser que la conversación se le atragante a la ministra de Igualdad y compañía. La historieta de cuántos duermen con quién le puede salir cara al madurito cachondón. Queda claro que hay que seguir pidiendo palomitas.