La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Pablo González

En territorio comanche

Pablo González

La opinión del día sobre los Juegos, el Sporting y el Oviedo: Peleteiro no es un color y el jubilado Pau

España quiere pegar un arreón para darle algún que otro nutriente al medallero, Ana Peleteiro tiene una salida "tope gama" y el fútbol en Asturias posee una salud fetén

Ana Peleteiro se emociona tras ganar la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio

La recta final ya está aquí. La última semana de los Juegos empieza a consumirse y España quiere pegar un arreón para darle algún que otro nutriente al medallero. La vela, el piragüismo y los deportes de equipo son nuestras grandes esperanzas. A la hora de escribir estas líneas llega lo que ya han bautizado como “supermartes”. Muchas ilusiones están puestas en este día en el que algunos (los más privilegiados) pondrán el primer pie fuera de la cama conociendo lo que ha hecho Simone Biles en su regreso a la competición.

Sin duda, la norteamericana ha sido una de las ganadoras sin medalla de estos Juegos. Biles se ha convertido en un fenómeno mundial, al margen de sus conocidas dotes para la gimnasia, por reconocer sus problemas para controlar la ansiedad. Los Juegos, y más en el mundo del consumo dipsómano de información, dejan historias más allá de lo que ocurre en las pistas, los tatamis y la hierba. Como, por ejemplo, la de la atleta Carolina Robles o las salidas “tope gama” de Ana Peleteiro con las que se pueden hacer camisetas: “Somos negros, qué de color. De color son ellos, que cambian más que el sol”.

Biles se ha convertido en un fenómeno mundial por reconocer sus problemas para controlar la ansiedad. Los Juegos, y más en el mundo del consumo dipsómano de información, dejan historias más allá de lo que ocurre en las pistas, los tatamis y la hierba

decoration

Por los demás, Asturias se ha quedado sin la medalla de María López y espera por las de Entrerríos y el hijo predilecto Craviotto. Mientras, aquí en casa, otro día más en la oficina. El Oviedo estrena con colas la renovación presencial de los abonos y el Sporting anuncia que ya son más de 16.000. La tropa sigue con ganas de fútbol a pesar de un verano con Eurocopa y Juegos. Y luego Florentino dice que el espectáculo del balón ha fallecido. ¿O será que todos estamos muertos y el tito Floren es el niño de “El sexto sentido” al que las almas en pena que vagan por su habitación no dejan ni dormir ni estudiar? Nada puede descartarse en esta vida. Ni que la España de un Gasol camino de la (merecida) jubilación le reviente la jeta (metafóricamente) a los Estados Unidos. No estaría mal.

Compartir el artículo

stats