Nervios en las filas de los seguidores azules más puntillosos. Esos que quieren conocer, a ser posible el día antes, la alineación de los suyos y si habrá muchas rotaciones por eso de que hay jornada el miércoles. Visita José Alberto el Tartiere, al que sus regresos a Asturias se le dan de aquella manera. Su Málaga pondrá a prueba la resistencia de la moral de los de azul, se supone que por las nubes tras su éxito en El Toralín.
No hace falta ser Alfred Nobel, inventor de la dinamita, para saber que un mal resultado o un marcador regulero llevarán a los fusileros que apuntaban al Cuco a recargar de nuevo sus armas con munición real. El peligroso, y a la vez bien pagado, oficio de entrenador tiene estas cosas.
Mientras, a 28 kilómetros y en lo que viene siendo el resto de la Asturias rojiblanca, eco, el que dejan las calles desiertas. La animación se trasladó a Lugo, donde casi 3.000, unos tres mil o más de tres millares –decidan ustedes– de sportinguistas disfrutaron de un día de fiesta. La jornada, además de para ir calibrando las aspiraciones de los rojiblancos de aquí a finales de año, sirvió para dar la bienvenida a unos y desear buena suerte a otros.
No hace falta ser Alfred Nobel, inventor de la dinamita, para saber que un mal resultado o un marcador regulero llevarán a los fusileros que apuntaban al Cuco a recargar de nuevo sus armas con munición real
Por lo demás, la vida sigue (casi) igual. Vinicius es la nueva perla merengue y ya hay quien pide para el brasileño el Balón de Oro por llevar en una docena de partidos, casi la mitad de los goles que sumó en sus primeras tres temporadas en el Real Madrid. Prácticamente son los mismos que no hace mucho se partían la caja con los memes de Vinicius fallando goles imposibles. Ya saben, si no les gustan mis principios, tengo otros.
