La opinión sobre el Oviedo, el Sporting y la crisis del Barça: El fútbol de los tontos

Ferran Reverter, el Messi de la parcela económica del Barça, se tira del barco en plena travesía. Cuentan desde la otra capital de España que lo hace porque su forma germánica de gestionar el asunto, tal y como lo hacía con gran éxito en la empresa privada del “Yo no soy tonto”, choca con la visión mediterránea que Laporta tiene de pilotar una entidad que maneja un presupuesto de unos mil millones de euros.

En la cacareada profesionalización del fútbol que Tebas y sus acólitos nos llevan lustros vendiendo no hay sitio para las ideas de la empresa, digamos, “normal”. ¿Qué pasa, los balances, los superávits, los déficits y demás familia son distintos en el mundo del “fúrgol”? ¿Hay que saber de tácticas, del dolor que sienten los hinchas cuando su equipo pierde y conocerse al dedillo las plantillas de los equipos de Segunda RFEF para sentarse a negociar con un, por ejemplo, patrocinador? Puede que sí, puede que no.

Por lo demás, Sporting y Oviedo trotan por sus respectivas ciudades deportivas para preparar la siguiente jornada. Venga, que ya queda menos.

La anécdota de que Reverter le sacó los colores a todo un vicepresidente del Barça por cargar al club botellas de vino de 350 euros en pleno recorte de gastos por la bancarrota en la que han dejado a la entidad demuestra los motivos por los que muchos paracaidistas se dejan caer en el mundo del balón. Y no solo en Barcelona. Por lo demás, Sporting y Oviedo trotan por sus respectivas ciudades deportivas para preparar la siguiente jornada. Venga, que ya queda menos.

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