En territorio comanche

La opinión sobre el Oviedo-Sporting y Montse Tomé: La guillotina y la espiral

En esta espiral ninfomaníaca de exigir cabezas, dimisiones y limpieza con napalm, el nombramiento de Montse Tomé como sustituta de Jorge Vilda tampoco contenta a la mayoría

Montse Tomé

Montse Tomé / David Cabo

Pablo González

Pablo González

En el país de los extremos nada nos contenta. Y más cuando el poder, sin que sirva de precedente, pone la oreja, escucha y ordena que entre en acción la guillotina. Es entonces cuando el olor a sangre fresca empuja a la tropa a pedir más, más y más.

En esta espiral ninfomaníaca de exigir cabezas, dimisiones y limpieza con napalm, el nombramiento de Montse Tomé como sustituta de Jorge Vilda tampoco contenta a la mayoría. Las hay que cuentan que las jugadoras no están convencidas de su nombramiento y las portavoces oficiosas de las chicas, caso de Vero Boquete, hablan, entre otras cosas, de la falta de currículum de la sierense. ¡Más madera!

Da la sensación de que, como ya sucedió con la revuelta de "las 15", a las nuestras chicas les falta un buen asesor o asesora en cuestiones de comunicación, que no todo va a ser volar en chárter, tener cocineros, nutricionistas y más fisios. Pero ya ven, ¡más madera! Saldremos de dudas con la primera convocatoria con el sello de Tomé.

Por lo demás, la semana del derbi avanza hacia no se sabe dónde. En la casa azul, Colombatto sigue castigado, que Competición no le quita la amarilla, y en Gijón han tenido que pedir por la vía de urgencia una abundante provisión de botellas de Bollinger, Moët y Viuda de Clicquot para celebrar el fichaje de Roque Mesa. Y es que, amiguinos y amiguinas, el "fúrgol" tiene estas cosas. Un día el barco se va a hundir y al siguiente se llena como un metro en Tokio en hora punta. Vamos, la esencia del extremismo, ¿oyisti, güey?

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