Las curiosidades de Roque Mesa, el futbolista de las "automultas" solidarias y la apuesta del bigote

El nuevo jugador del Sporting reúne en Gijón a sus cuatro hijos: Roque, India, Eloísa y Javi

Roque Mesa, junto a su familia, en El Molinón.

Roque Mesa, junto a su familia, en El Molinón. / Marcos León

Ángel Cabranes

Ángel Cabranes

"Es un futbolista de personalidad y jerarquía", coinciden en subrayar quienes conocen de cerca a Roque Mesa. El último fichaje del Sporting es hombre de fuertes convicciones y amante de salirse de lo puramente convencional. Extremadamente familiar, en Gijón ha reunido a sus cuatro hijos: Roque, India, Eloísa y Javi. Los dos primeros grancanarios, fruto de su primer matrimonio. Los dos pequeños, vallisoletanos y fruto de su relación con Eloísa Puga, quien también acompañó al canario durante su presentación en El Molinón como nuevo jugador rojiblanco. A sus 34 años, llega para dar un salto de calidad al equipo y pelear por el que sería su tercer ascenso a Primera. En ese camino, su historia ha escrito capítulos que delatan su cáracter.

Roque se define como un futbolista "eléctrico", algo que tiene muchas virtudes y también alguna consencuencia, como ver demasiadas tarjetas amarillas. Durante su etapa en el Valladolid inició una curiosa fórmula para corregir esta tendencia. El canario decidió automultarse con 500 euros cada vez que fuera amonestado. Todo el dinero que acumula por este concepto, a final de temporada lo dona para una causa benéfica. También hay una curiosa historia con el bigote que le ha acompañado, intermitentemente, en sus años en el fútbol. En una de las últimas ocasiones, medió una apuesta con su mujer. Decidió que luciría el bigote hasta que la selección española le citara. Tuvo que aguantar con él bastante tiempo. España, aún, no le ha llamado a filas.