National Express, grupo al que pertenece la asturiana Alsa, ha comprado la compañía WeDriveU Holdings, que explota un servicio de autobuses lanzadera para los trabajadores de Silicon Valley, la punta de lanza mundial de las nuevas tecnologías. En ese valle californiano están asentadas algunos de los gigantes mundiales tecnológicos, como Facebook, Twitter, Apple y Google, y así hasta completar una lista que suma unas quinientas sociedades. WeDriveU presta servicio a muchas de ellas y tiene negocio, además, en otras muchas ciudades americanas, como Los Ángeles, Seattle, Boston, Portland, Denver y Austin.

Mediante esta operación, National Express, participada por la familia asturiana Cosmen, se ha hecho con el 60% de las acciones de la compañía. El resto del capital está en manos de Dennis Carlson, el actual consejero delegado de la empresa, que, por el momento, seguirá en el cargo. Con esta adquisición, National Express pretende crear una nueva división de autobuses lanzadera para dar servicios en universidades, hospitales y centros de empresas en algunas de las principales ciudades de aquel inmenso país.

Para hacerse una idea de las dimensiones, WeDriveU transporta a casi siete millones de pasajeros anualmente y en 2018 tuvo unos ingresos de unos 124 millones de euros, así como unos beneficios que rozaron los 15,5 millones.

El consejero delegado de National Express, Dean Finch, aseguró que esta compra "supone una importante oportunidad de expansión en un mercado que está registrando un rapidísimo crecimiento". Y añadió que es una gran oportunidad para operar en Silicon Valley, en la zona de la Bahía de San Francisco, donde, aseguró, el sector de la movilidad tiene muchas oportunidades de expansión. También reconoció que se sentía impresionado por el fuerte crecimiento que durante estos últimos años había experimentado WeDriveU.

Por su parte, Dennis Carlson añadió que los planes ahora son los de intentar abrirse a nuevos mercados dentro de Estados Unidos y le echó flores a la buena reputación de National Express.

Algunas estimaciones señalan que las empresas asentadas en Silicon Valley dan empleo a unas 250.000 personas, más que la población de Oviedo. Muchos de los trabajadores, además, no viven por la zona, ya que el auge del valle ha provocado que los precios de los apartamentos en los alrededores hayan crecido con bastante fuerza. Y la mayoría usa el transporte público.