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El Gobierno aprueba el rescate de Duro, pondrá dos consejeros y relevará a Orihuela

El Estado justifica la aportación de 120 millones de euros por el carácter estratégico de la empresa para Asturias y pactará la designación del nuevo primer ejecutivo

El Consejo de Ministros aprobó ayer el rescate de Duro Felguera con la aportación de 120 millones, supeditada a que se ejecute el plan de reestructuración de la deuda pactado por la ingeniería con la banca acreedora –y que Duro ha incluido en su plan de viabilidad–, la concesión de avales por la banca por 80 millones con garantía de la aseguradora pública Cesce, la incorporación al consejo de administración de la sociedad de dos consejeros que serán propuestos por el consejo gestor del Fondo de rescate estatal y la “designación por mutuo acuerdo de las partes de un nuevo consejero delegado”, lo que apunta al relevo de José María Orihuela como primer ejecutivo. El consejo, en el que existen plazas vacantes, está integrado hoy por cinco miembros, ninguno de los cuales representa a la propiedad.

De los 120 millones que aportará el Estado, 70 millones lo serán como préstamo participativo, 20 millones como crédito ordinario y 30 millones como capital (todo lo cual coincide con la petición cursada por la empresa), aunque se ha introducido el matiz de que los 30 millones previstos como aportación de capital podrían canalizarse “en su caso”, y por lo tanto como vía alternativa, como préstamo participativo. La empresa (primera sociedad cotizada en Bolsa en ser rescatada por el Fondo de Solvencia) tendrá un plazo máximo de siete años (dos más de los que se preveía) para amortizar en su totalidad los préstamos que reciba.

Aunque se trata de un rescate temporal, la decisión del Gobierno despeja la grave crisis de la compañía porque, junto con la próxima incorporación en su accionariado de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y la concesión de varios préstamos para aliviar y reconducir su situación crítica de la ingeniería, el respaldo del Gobierno va a desencadenar el apoyo financiero de la banca a Duro Felguera, que está supeditado al rescate por el Estado o a la entrada de inversores privados que recapitalicen la empresa. El Gobierno asturiano también contribuirá al reflotamiento de Duro con 6 millones. Al mismo tiempo, todas las partes siguen intentando captar inversores privados que aporten capital, carga de trabajo y nuevas líneas de negocio, así como estabilidad accionarial en una compañía cuya propiedad está hoy atomizada y cuyo único accionista significativo es la gijonesa TSK, con el 3,12%.

La situación de Duro Felguera

El Gobierno justificó el rescate de Duro Felguera en razón a su “carácter estratégico para la economía asturiana”, a la que aporta, señaló en referencia a un estudio de la Universidad de Oviedo, el 1,18% del valor añadido bruto regional; el 1% del empleo asturiano (una vez sumados los efectos directo, indirecto e inducido de la compañía) y el 3,8% del gasto de la comunidad en innovación y desarrollo, lo que “le ha convertido en referencia para el tejido económico regional por su potencial innovador”. Duro Felguera, con 164 años de existencia, se halla en situación neta patrimonial negativa por tercera vez en tres años tras haber perdido en el pasado ejercicio 171,6 millones, el 43% más que el importe del rescate que va a acometer el Estado. Su margen de maniobra también ha entrado en territorio negativo y, de no ser por la legislación dictada el año pasado para luchar contra el covid, la empresa se encontraría en causa legal de disolución. Las acciones de Duro, que han duplicado su valor en Bolsa en lo que va de año a la espera del rescate, siguieron al alza durante la mañana de ayer pero, tras confirmarse la operación por el Gobierno, se produjo una recogida de beneficios y los títulos cedieron el 0,29% al cierre de la sesión. José María Orihuela, al que ahora se busca relevo, lideró la petición de rescate público de Duro Felguera, en un principio sin demasiado respaldo por las dudas sobre el cumplimiento por la empresa de las condiciones del Fondo de Solvencia. El relevo de Orihuela es una demanda de CC OO en particular y de UGT, así como del comité de la sociedad matriz. Tuvo una relación difícil con la banca por la falta de apoyo financiero y abrió en 2020 una crisis en su equipo directivo. Una sentencia judicial acaba de declarar procedente el despido de uno de los directivos que fueron despedidos por Orihuela. La presidenta de Duro, Rosa Aza, en una carta dirigida ayer a la plantilla, agradeció la decisión del Gobierno, exhortó a la empresa a hacerse merecedora de esa confianza, reivindicó la defensa por el consejo de administración del rescate público y reconoció “el papel desempeñado por el equipo directivo” y su “tenacidad” en “momentos trascendentales”. La prioridad, dijo, es aplicar ahora el plan de viabilidad y la entrada de nuevos inversores.

El consejero de Industria del Principado, Enrique Fernández, agradeció al Gobierno central que haya “entendido la importancia de Duro Felguera para Asturias” y expresó que “el trabajo no ha hecho más que comenzar hasta incorporar nuevos inversores” a la sociedad. El presidente de la patronal asturiana (FADE), Belarmino Feito, señaló que el rescate estatal de Duro es “sin duda, una buena noticia, que allanará el camino para que se haga efectivo el acuerdo con la banca para la reestructuración de la deuda”. “Deseamos”, dijo, “que los siguientes pasos se sucedan con rapidez y que la compañía presente un plan estratégico para recuperar su actividad industrial lo antes posible”. El presidente de la Cámara de Comercio de Gijón, Félix Baragaño, opinó que “se abre, para esta emblemática compañía asturiana, un escenario de futuro que corresponde aprovechar con rigor empresarial, situando a la compañía en aquellos sectores y mercados de alto valor añadido para los que cuenta con experiencia”. CC OO de Industria, que dirige Damián Manzano, declaró que el rescate es un “punto de partida fundamental para garantizar el empleo y la actividad futura en la multinacional asturiana”, reclamó “un nuevo equipo de gestión” y respaldó la participación del Principado.

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