La descarbonización de Arcelor reducirá hasta en un millón de toneladas la producción asturiana

La empresa ofrecerá a los trabajadores afectados traslados al País Vasco, que ganará actividad

Uno de los hornos altos de ArcelorMittal en Veriña.

Uno de los hornos altos de ArcelorMittal en Veriña.

J. L. S.

Las plantas asturianas de ArcelorMittal perderán entre 700.000 y un millón de toneladas de producción anual una vez que la siderúrgica concluya las obras para descarbonizar su actividad en la región, en 2025, y que incluyen la construcción de un horno eléctrico en Gijón y una planta de reducción de hierro (DRI). La actividad menguará y también lo hará la plantilla, aunque la compañía aún no ofrece cifras concretas, pero sí deja la puerta abierta a recolocar parte del personal en las instalaciones vascas del grupo. Estas ganarán actividad. Los números conocidos, exiguas a juicio de los sindicatos (excepto de CC OO que no está participando en las reuniones) los transmitió ayer el consejero delegado de la multinacional del denominado clúster Asturias, el francés Philippe Meyran, durante una reunión con los representantes de la plantilla en la sede de la compañía en Villaverde (Madrid).

Ahora mismo las plantas asturianas de Arcelor tienen una capacidad para fabricar cinco millones de toneladas de acero al año, pero la clausura de uno de los dos hornos altos de Veriña (Gijón) en 2024 hará que esa cifra mengüe considerablemente. El nuevo horno eléctrico que se levantará junto a la acería gijonesa no compensará la producción que se va a perder. Por esa razón, la Federación de Industria (FICA) de UGT criticó que, para Asturias, el proyecto de descarbonización “se queda cojo”. “Reivindicamos mantener la capacidad productiva que tenemos en las acerías asturianas e incluso aumentarla, ya que Europa es deficitaria de acero y es una oportunidad que deberíamos aprovechar”, señaló el sindicato. Los ugetistas han planteado a la dirección realizar una nueva inversión para instalar dos hornos eléctricos en Avilés y resarcir así las pérdidas de producción que van a sufrir las plantas asturianas.

Lo que se deje de fabricar en Asturias se hará en las plantas vascas del grupo –sobre todo en Sestao–, beneficiadas por el proceso de descarbonización. “Nos ha trasladado que en 2025 nosotros vamos a tener que luchar por ser atractivos, y eso significa conseguir abordar nuevos mercados”, señaló USO.

La pérdida de producción que sufrirán las plantas asturianas traerá consigo un ajuste de la plantilla. ArcelorMittal, por el momento, no se moja con el número, aunque los sindicatos calculan que podría situarse entre los 800 y los 1.000 trabajadores. Meyran insistió en que no habrá “medidas traumáticas”. Eso supone que podría haber jubilaciones anticipadas. Los sindicatos reconocieron que el directivo francés habló abiertamente ayer de esa posibilidad por primera vez desde que comenzaron las conversaciones. También habrá cursos de formación para recolocar a parte del personal en otros talleres del grupo en España. Otra opción que apuntó Meyran fue la de trasladar a trabajadores desde las plantas asturianas a otras instalaciones del grupo en las que la producción se vaya a incrementar, como las del País Vasco.

Algunos sindicatos pusieron en duda parte de los datos aportados por la compañía. La CSI, por ejemplo, estima que la pérdida de producción de las plantas asturianas será aún mayor que la reconocida por ArcelorMittal. Según sus cuentas, el recorte de actividad superará con cierta holgura el millón de toneladas.

Durante la reunión, Philippe Meyran repasó alguna de las fechas más importantes en el camino hacia la descarbonización de las plantas asturianas. Según sus cuentas, el horno eléctrico de Veriña estará listo a mediados de 2024. En ese momento se pararía el horno alto “A” y el sínter, y el “B” se llevaría hasta el límite de su capacidad, para minimizar las pérdidas de producción.

Suscríbete para seguir leyendo