El asturiano Luis Ángel Colunga dirigirá el PERTE con las ayudas a Arcelor

El ex director general de Industria del Principado volverá a estar a las órdenes del ex consejero Francisco Blanco

Yago González

El asturiano Luis Ángel Colunga será el comisionado para el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de la descarbonización de la industria. Dicho PERTE prevé una inversión pública de 3.100 millones de euros (1.500 en subvenciones y 1.600 en préstamos), de los que alrededor de 450 millones se calcula que se destinen a la transformación energética de la planta de Arcelor en Veriña (Gijón), con la incorporación de un horno de arco eléctrico y un sistema de reducción directa de mineral de hierro.

Nacido en Avilés en 1961, Colunga ocupó el cargo de director general de Industria en el Gobierno asturiano de Javier Fernández. Entre 2015 y 2016 estuvo a las órdenes del entonces consejero del ramo, el gijonés Francisco Blanco, recién nombrado secretario general de Industria y Pyme del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Ambos, por lo tanto, volverán a trabajar juntos, esta vez con una responsabilidad nacional para los planes industriales del país.

El avilesino tiene una amplia trayectoria sindical en el sector siderúrgico: fue secretario general de UGT en Arcelor, secretario comarcal de UGT en Avilés y coordinador general de la Federación Europea del Metal del comité europeo de ArcelorMittal. Tras trabajar en la Consejería de Industria, en 2016 fue nombrado vicesecretario general de IndustriAll Europe, sindicato europeo con competencias sobre diferentes sector fabriles, y después trabajó para el grupo industrial GFG Alliance.

El PERTE de descarbonización será clave para la transformación de industria asturiana ya que está previsto que a través de él se canalicen los fondos europeos que precisa la inversión de más de 1.000 millones de euros que ha anunciado ArcelorMittal para rebajar sus emisiones y garantizar su futuro. El plan incluye la sustitución de uno de los dos hornos altos de Gijón por una planta de reducción directa de mineral de hierro (sistema DRI) con hidrógeno verde y un horno híbrido de arco eléctrico alimentado con energías renovables.