¿Cómo afectará a Navia que Ence siga en Pontevedra? Los efectos de la resolución del Supremo

El fallo del Supremo mejora el resultado de 2022 en 169 millones y la acción sube el 27% | Ratificada la inversión de 105 millones en Asturias

Fábrica de Ence en Navia. | E. P.

Fábrica de Ence en Navia. | E. P. / Javier CuartasJ. C.

Ence, dueña de la fábrica de celulosa de Navia, podrá seguir fabricando en su planta de Pontevedra hasta 2073 tras tumbar ayer el Tribunal Supremo las tres sentencias de la Audiencia Nacional que en 2021 anularon la prórroga que el Gobierno de Rajoy otorgó a la empresa en 2016 para que pudiera seguir ocupando el suelo de dominio público marítimo en la ría pontevedresa durante 60 años adicionales a contar desde 2013.

La decisión del Supremo fue celebrada en la Bolsa con una revalorización de las acciones de la compañía del 27,14%.

Ence había hecho de modo preventivo una provisión de 42 millones en sus cuentas para costear el desmantelamiento de la fábrica gallega y había asumido un impacto en su balance de 148 millones por deterioro de activos. La reversión de estas medidas tendrá un impacto positivo de 169 millones en el resultado de la empresa del pasado ejercicio (cuyas cuentas aún no están formuladas), según estimó ayer la compañía.

De haber sido adverso para Ence el fallo dictado ayer por la sección quinta de la sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, la empresa tenía previsto cesar la producción en Pontevedra entre este año y el próximo, e iniciar el traslado de una línea de producción de celulosa de fibra corta de Pontevedra a Navia, con una inversión adicional de 100 millones en la planta asturiana, la mayor de las dos fábricas de pasta de papel que posee el grupo. Actualmente, Ence tiene en marcha un plan inversor en Navia de 105 millones, con lo que el importe total de las actuaciones hubiese ascendido a 205 millones.

Sin embargo, la continuidad de la fábrica de Pontevedra también es positiva para Navia. La planta asturiana, con una capacidad de producción de 685.000 toneladas anuales, equivalentes al 57% del techo potencial de elaboración del grupo, no tiene posibilidad ni espacio en su emplazamiento fabril para absorber las 515.000 toneladas que es capaz de producir la factoría gallega. Tampoco podría atender por costes la compra de la madera que ahora abastece a la planta pontevedresa. Navia adquiere la materia prima en Asturias y en el norte de Galicia mientras que la fábrica gallega lo hace en el sur de la comunidad. A partir de un radio de 100 kilómetros los portes ya no son competitivos.

El impacto favorable del fallo judicial en los resultados de la empresa fortalece la capacidad inversora de Ence. Ayer la empresa ratificó su plan de inversión de 105 millones en Navia para dotar a la fábrica asturiana de nuevas líneas de productos diferenciados y con mayor valor añadido, diversificación hacia la celulosa de tipo "fluff" (especial para productos higiénicos absorbentes) y un novedoso proyecto de descarbonización de la factoría sustituyendo el consumo de gas natural como combustible en los hornos de cal por la lignina, que se obtiene, junto con la celulosa, durante la cocción de la madera. Ence mantiene latente a más largo plazo un plan por 450 millones para una línea flexible para Navia que permita obtener indistintamente hasta 200.000 toneladas de celulosa para viscosa (una alternativa ecológica utilizada en la industria textil) o hasta 340.000 de pulpa de papel de madera dura.

Ence también confirmó ayer su proyecto de levantar una fábrica en As Pontes de reciclado y biomateriales así como la construcción de 20 plantas de biometano en diversas localizaciones en España que aún no han sido desveladas.

La compañía siempre dijo que sin Pontevedra tendría menos fortaleza y que la continuidad de esta fábrica es buena para todos sus negocios e instalaciones.

El fallo del Supremo, emitido con un voto particular en contra por parte de una magistrada, argumenta que se pueden prorrogar las concesiones anteriores a la Ley General de Costas de 1988 siempre que consten informes medioambientales favorables, como ocurre en este caso. La fábrica de Pontevedra data de 1958. La Xunta de Galicia se congratuló de la sentencia.

[object Object]

Asturias fue una de las cuatro comunidades autónomas (junto con Galicia, Castilla y León y Cantabria, todas ellas en el Noroeste) en la que se redujo la producción industrial el año pasado, aunque el Principado fue, de todas ellas, la que menor merma experimentó, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE). La producción industrial se redujo en 2022 en Asturias el 0,5%, frente a caídas del 1,3% en Cantabria, el 1,5% en Galicia y el 3% en Castilla y León. En España la producción creció el 2,4% en el conjunto del año, que se convierte en el 2,9% tras corregir los efectos estacionales y de calendario. El estancamiento en Asturias, con una corrección del 0,5%, se produce después de que en 2021 hubiese sido la comunidad en la que más creció la producción industrial, con una remontada del 15,7%, más del doble que la media española (7%). No obstante, Sadei, a diferencia del INE, detectó un crecimiento medio anual de la producción fabril asturiana en 2022 del 2,7%. Según el INE, la producción de energía y de bienes de equipo creció de media en Asturias el año pasado el 5,8% y el 3,8%, mientras que los bienes intermedios, con una caída del 6,4%, son los que arrastran a terreno negativo la producción fabril, seguidos por los bienes de consumo duradero, con un retroceso del 2,7%. En los bienes intermedios pesó sobre todo la parada de un horno alto en los tres últimos meses del ejercicio. En tasa interanual (comparativa de diciembre de 2022 con diciembre de 2021) la producción cayó el año pasado el 3,4% en España, aunque en la serie corregida arrojó un avance del 0,6%. En el caso de Asturias, la caída fue del 13% en diciembre, la segunda mayor tras Murcia (20,9%).

Suscríbete para seguir leyendo