EDP inicia la reconversión de sus térmicas con un almacén de energía con baterías

La compañía obtiene los permisos ambientales para instalar en Soto de Ribera un novedoso acumulador de electricidad a escala industrial

Central térmica de Soto de Ribera

Central térmica de Soto de Ribera / Julián Rus

EDP ya tiene en marcha la reconversión de sus centrales térmicas de carbón. Uno de sus principales proyectos, el de almacenamiento de energía en Soto de Ribera mediante la utilización de baterías de flujo redox de vanadio, superó ayer uno de los trámites fundamentales tras declarar la Consejería de Administración Autonómica, Medio Ambiente y Cambio Climático del Principado que esta actuación no implica un cambio sustancial en la autorización ambiental integrada concedida originalmente al emplazamiento energético.

El almacenamiento de energía mediante baterías de flujo redox es una de las inversiones previstas por la compañía portuguesa en su complejo termoeléctrico de Soto de Ribera en el proceso de descarbonización de la compañía y que también incluye otro proyecto ambicioso de hidrógeno verde en su complejo de Aboño, así como un parque eólico marino frente al litoral asturiano. EDP pretende abandonar el uso del carbón como fuente energía primaria en 2025 y renunciar al gas natural en 2030. El conjunto de las actuaciones en Asturias podría suponer una inversión de 2.500 millones en ocho años, según la empresa.

En Soto de Ribera, donde EDP aún conserva activos un grupo térmico de carbón y dos centrales de ciclo combinado (alimentadas con gas natural), la compañía proyecta varios sistemas diferentes de almacenamiento energético  (con baterías redox y de segunda vida, baterías de ion-litio y mediante aire líquido), amén de la producción de hidrógeno verde mediante el concurso de un parque fotovoltaico y energía hidráulica generada mediante el sistema de hidrotornillos. El almacenamiento de energía será crucial para la gestión de un sistema energético fundamentado en fuentes renovables, cuya contribución no es programable a voluntad.

Las baterías de flujo redox, que ayer superaron la tramitación ambiental, son un proyecto experimental que pretende demostrar su funcionalidad a escala industrial. Este equipamiento se instalará en los terrenos que habían ocupado en el pasado la caldera del antiguo grupo 1 de carbón de Soto, ya desmantelada.

Características

Las baterías tendrán una capacidad de almacenamiento de 1,05 megavatios / hora, que le permitirá verter energía a la red durante cuatro horas, y una potencia de 0,25 megavatios. La instalación consistirá en una sala eléctrica de conversión de potencia, monitorización y control, formada por un contenedor marítimo de casi 6,1 metros transformado y acondicionado, una sala eléctrica de potencia (que alojará las baterías) y una sección de energía de la batería.

Las baterías de flujo redox de vanadio se acometerán con una tecnología desarrollada por la compañía zaragozana de capital británico Hydraredox. EDP contará también con la colaboración de la ingeniería Inerco.

Esta inversión obtuvo en diciembre una ayuda de casi 1,2 millones con cargo a los fondos europeos de Recuperación, según una resolución provisional del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), dependiente del Ministerio de Transición Energética.

El complejo de Soto de Ribera actuará como productor de hidrógeno verde, almacén de energía y como polo de gestión de la flexibilidad del sistema eléctrico.

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