Así se resucitan máquinas (y lo hace una multinacional asturiana con un sistema pionero en Europa)

GAM inicia en León un sistema industrial pionero para refabricar hasta 3.000 aparatos de carga al año

El técnico Adrián Rodríguez trabaja en la reparación de una máquina en la nueva nave de refabricación de GAM, en Villacé (León).

El técnico Adrián Rodríguez trabaja en la reparación de una máquina en la nueva nave de refabricación de GAM, en Villacé (León). / Fernando Rodríguez

Yago González

Yago González

Villacé es una aldea de apenas un centenar de habitantes en el municipio leonés de Villamañán. En un día de niebla y frío, como el que hace cuando acude allí LA NUEVA ESPAÑA, parece un lugar solitario, como uno de esos poblados de las películas del Oeste en los que el forastero atraviesa calles desiertas. No obstante, pegada a esta localidad se alza una macronave de 15.000 metros cuadrados, una antigua fábrica de ladrillos en cuyo interior se prepara desde el pasado noviembre un proceso industrial pionero no sólo en España, sino en toda Europa. Es la primera factoría del proyecto "Reviver", una iniciativa de la multinacional asturiana GAM para que las máquinas de carga abocadas a la chatarrería tengan una segunda vida y salgan de allí como nuevas y sin emitir una sola partícula de carbono. El mecanismo aspira a "resucitar" unos 3.000 aparatos al año.

Aspecto de las nuevas máquinas tras atravesar todo el proceso de transformación. | Fernando Rodríguez

Aspecto de las nuevas máquinas tras atravesar todo el proceso de transformación. / Fernando Rodríguez

"De momento es la única fábrica de este tipo en Europa, y sus procedimientos son totalmente nuevos, ya que hasta ahora la refabricación de maquinaria se hacía en talleres, de forma manual", explica el director de la planta, Julio Caamaño, junto a la antigua mesa de madera que ha sido restaurada para la sala de reuniones. Porque todo en "Reviver" remite al concepto de economía circular, a la reutilización de materiales que se daban por amortizados. Y eso se ha aplicado, en primer lugar, a las propias oficinas del edificio, decoradas con mesas, bancos y carteles añejos recuperados en la provincia de León.

Por supuesto, no se trata únicamente de una decoración que evoque buenas intenciones. GAM es una empresa y lo que hace "Reviver" es un negocio. Un negocio en dos direcciones. Por un lado, la compañía "resucita" aquellas máquinas de su propiedad que están próximas al final de su vida útil, y después las vende a otras empresas. Pero también compra equipos de otras firmas y, tras transformarlos, o bien los vende a terceros o los integra en sus instalaciones.

De momento, la mayor parte de maquinaria tratada en "Reviver" pertenece a la propia GAM. Se trata sobre todo de máquinas para cargar y transportar mercancías, y para elevar personas. La compañía asturiana tiene unos 40.000 artefactos de este tipo, y el 80% ya funciona con cero emisiones de carbono.

El director de la fábrica, Julio Caamaño, junto a la nave. | F. Rodríguez

El director de la fábrica, Julio Caamaño, junto a la nave. / F. Rodríguez

El proceso, de modo resumido, se describe a continuación. Antes de nada, las máquinas usadas son introducidas en un "box" donde los técnicos diagnostican su estado, como si fueran médicos tratando a un paciente. Si sólo se requieren unos arreglos puntuales, las máquinas se envían al taller que hay anexo a la fábrica, donde los operarios trabajan de forma más tradicional. Pero si la situación es grave, la máquina se introduce en el circuito de "resurrección", que consta de varias fases. Los operarios desmontan totalmente el aparato, dejándolo en el chasis y clasifican las distintas piezas en tres contenedores, cada uno de un color: en el verde se meten las partes que están intactas; en el naranja, las que son recuperables pero precisan reparación, y en el rojo, las que no tienen otro destino que el achatarramiento. Todas las cajas naranjas se apilan junto al taller, cuyos trabajadores van reparando cada elemento. Una vez arregladas, las piezas se entregan en la zona de montaje, donde son ensambladas sobre el chasis, el cual, si así lo ha necesitado, también ha sido reparado. La nueva máquina ya ha tomando forma y ahora se dirige al circuito de repintado, de donde saldrá con las letras verdes de "Reviver" impresas.

Ocho a la vez

El proceso en sí no es muy complejo, pero el propósito de GAM es que se realice de una manera industrial, en cadena, y que se puedan reconstruir ocho máquinas de forma simultánea cuando la fábrica esté al 100% de su capacidad. "Nos hemos inspirado en la forma de trabajar de las fábricas de coches", apunta Caamaño.

El arranque de la planta está siendo paulatino. Actualmente trabajan medio centenar de profesionales en un único turno de ocho horas, que se mantendrá durante este año. El plan es que el año que viene haya dos turnos y que el siguiente, 2026, la planta esté operativa las 24 horas. Será entonces cuando podría alcanzarse el objetivo, siempre orientativo, de 3.000 máquinas restauradas al año. Para ello harían falta unos 200 trabajadores.

"Hemos recibido más de 800 currículum", asegura Caamaño, "y la mayoría proceden de la provincia de León". Eso no es un detalle menor, porque otra de las intenciones del proyecto es reanimar la economía local y combatir la despoblación. Para transformar la antigua fábrica de ladrillos, clausurada en 2016, la compañía ha invertido 20 millones de euros. Y la remodelación no se limitará a la factoría: la antigua mina de arcilla, anexa al complejo, se inundará de agua para crear un lago de 13.500 metros cuadrados, y a su lado se extenderá un bosque de almendros. Para disfrutar del nuevo paisaje se habilitará una ruta para senderistas y un pequeño mirador.

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