Subastas de Hacienda: cómo identificar las mejores oportunidades de inversión

Descubre los métodos que te ayudarán a elegir la mejor subasta en la que pujar

Subastas de Hacienda: cómo identificar las mejores oportunidades de inversión

Subastas de Hacienda: cómo identificar las mejores oportunidades de inversión / Europa Press

Claudia M. F.

La Agencia Estatal de Administración Tributaria (Agencia Tributaria), conocida por todos como, Hacienda, se configuró como una entidad de derecho público con un régimen jurídico propio, distinto al de la Administración General del Estado, lo que le confiere cierta autonomía en materia presupuestaria y de gestión de personal.

Si ahora alguien os pregunta cuál es la función de la Agencia Tributaria, muy probablemente diréis, ayudar a los ciudadanos a cumplir con sus obligaciones fiscales, recaudar impuestos y perseguir el fraude.

Totalmente correcto.

Pero, si ahora se os pregunta por lo que ocurre con todos aquellos bienes embargados por Hacienda cuando las deudas no son saldadas en los tiempos previstos, igual la respuesta no es tan sencilla, o al menos, no tan comúnmente conocida.

¿Qué es un embargo y cuándo hacienda embarga nuestros bienes?

Antes de explicar lo que ocurre con los bienes embargados, toca explicar, qué es un embargo y cuál es el motivo por el cual, Hacienda nos puede llegar a embargar nuestros bienes.

El embargo es una medida de ejecución forzosa, mediante la cual, se retienen los bienes de una persona cuando esta incumple el pago de una deuda. Dichos bienes podrán venderse en aras de satisfacer la deuda contraída con el dinero que se obtenga.

Cuando una persona no efectúa el pago de una deuda, ni de manera voluntaria, ni durante el plazo concedido, en última instancia, se inicia la fase de embargo; es decir, la Administración tiene el derecho de cobrar las deudas tributarias con los mecanismos existentes, entre los cuales se encuentra el embargo de bienes hasta saldar los impuestos debidos.

Una vez vencidos los plazos fijados para el pago de las deudas tributarias de manera voluntaria, se inicia un procedimiento ejecutivo, en el que la Administración aplicará un interés del 20% sobre la cuantía adeudada, esto se le notificará a la persona, la cual dispondrá de un nuevo plazo para pagar. Si con todo y con eso, la persona sigue sin efectuar el pago, se inicia el proceso de embargo de bienes.

¿Cuáles son los bienes que nos pueden embargar?

Las actuaciones de embargo se clasifican según los tipos de bienes embargados, así pueden existir diligencias de embargo de cuentas, créditos, valores, inmuebles...

Dichas actuaciones de embargo atienden al principio de proporcionalidad y, con carácter general, se efectúa el embargo de los siguientes bienes y en este orden:

  • Dinero, tanto en efectivo como en cuentas corrientes.
  • Créditos, valores, derechos a corto plazo (menos de seis meses). Es importante que para saldar la deuda, el número de valores pueda cubrir la totalidad de la deuda.
  • Sueldos, salarios y pensiones, en función de los porcentajes permitidos y no será embargable el que no supere el salario mínimo interprofesional (SMI).
  • Inmuebles, incluidos los que tienen hipoteca.
  • Intereses, rentas y frutos de toda especie; en caso de estar protegidas por la normativa de propiedad industrial, se consideran salarios.
  • Los establecimientos comerciales o mercantiles/industriales.
  • La joyería, orfebrería y antigüedades de valor que posean los deudores.
  • Bienes muebles y también los semovientes, es decir, los vehículos de cualquier tipo que se embarguen (automóviles, motocicletas, aviones...) deberán ser entregados con llave y documentación en un plazo de cinco días, de lo contrario, se emitirá una orden de captura.
  • Los créditos, efectos, valores y derechos realizables a largo plazo (más de seis meses).

Sin embargo, el deudor puede llegar a un acuerdo con Hacienda respecto a los bienes a embargar antes de seguir con el orden preestablecido que acabamos de ver. De igual manera, la Administración intentará embargar siempre aquellos bienes que perjudiquen lo menos posible al deudor.

Si no es posible llegar a ningún tipo de acuerdo, se llevará a cabo el orden previsto.

Agencia Tributaria

Agencia Tributaria / Europa Press

¿Qué son las subastas de Hacienda?

Las subastas de Hacienda tienen su origen en la ejecución de las deudas contraídas por los contribuyentes con la Agencia Tributaria, de forma que dicha institución pueda ver satisfecho su crédito; es decir, si alguien tiene una deuda con Hacienda, la Administración para cobrar la deuda, una de las formas que tiene de hacerlo es a través de la subasta de bienes del deudor.

Es la medida más extrema que existe, por lo que solo se recurre a ella cuando no es posible ningún otro método de cobro.

¿Quién puede participar en estas subastas?

Participar en las subastas de Hacienda lo puede hacer cualquier ciudadano que posea capacidad de obrar con arreglo a derecho y que no tenga para ello, impedimento o restricción legal, siempre que se identifique adecuadamente; por medio del Portal de Subastas de la Agencia Estatal BOE, en el cual deberán registrarse.

Para ello solo es necesario disponer de lo siguiente:

  • Certificado electrónico cualificado de persona física o ser un usuario del sistema Cl@ve (obtenido de manera presencial o mediante certificado electrónico).
  • Dirección de correo electrónico.
  • Teléfono móvil.

Una vez tenemos esto claro, para poder participar en una subasta, siempre hay que dejar un depósito, que suele oscilar entre el 5 y el 30% del precio de subasta. Hacer este depósito es obligatorio y sin él, no se puede participar. Es muy importante que se guarde el justificante de este depósito porque en caso de ganar la subasta, tendrás que abonar la diferencia entre el precio final y lo ya depositado, y la única prueba será dicho resguardo.

Dicho depósito, dependiendo de la Administración, se ingresará en una cuenta bancaria (previamente indicada) o bien se entregará en la Secretaría o en la misma Mesa de subasta, momentos antes del acto.

En las subastas de Hacienda existe una Mesa encargada de controlar el proceso de adjudicación, que una vez finalizada la fase de presentación de ofertas, se reúne en un plazo máximo de 15 días naturales y procederá, entonces, a la adjudicación de los bienes o lotes.

Cómo se hace la puja

Como previamente se ha dicho, es necesario ser usuario registrado y haber hecho el depósito establecido por la Autoridad Gestora.

En el momento de participar en una subasta realizando la primera puja, el Portal te solicitará que indiques si lo vas a hacer con tu propio nombre, en régimen de gananciales o en representación de un tercero. Las pujas sucesivas se entenderán realizadas con las mismas características de la primera puja.

Las pujas se harán únicamente de forma electrónica y en el momento en que se hace, el ciudadano podrá ver cuál es la puja mayor realizada hasta el tiempo restante para hacer pujas, es decir, durante el plazo de 20 días naturales desde su apertura. Aunque el cierre definitivo no se hará hasta una hora después de la realización de la última puja, pese a que esto pueda modificar el plazo previamente establecido, aunque solo por 24 horas como máximo.

Se te irá notificando cada vez que alguien supere tu puja, y si dos personas o más hacen la misma, se impondrá siempre la que se hizo en primer lugar.

Además, deberás de declarar si deseas que tu depósito quede reservado para el caso de que el mejor postor de la subasta no cumpliera con la obligación de ingresar el resto del precio de adjudicación en el plazo concedido.

Una vez finalizada la subasta, todas las cantidades quedarán disponibles a excepción de la del vencedor que se retendrá como garantía para que se efectúe el abono completo de la puja; las otras cantidades que serán retenidas son las que se encuentran en reserva, a la espera de lo que pueda pasar.

¿Cómo elegir cuál es la mejor subasta en la que participar?

No existe la subasta perfecta, al final todo se basa en intuición y en tener buen ojo eligiendo la subasta que más resuene contigo o que veas que más te puede beneficiar.

De igual manera, dejarlo todo a la suerte, no es la forma más sensata de hacerlo.

Siempre hay alguna que otra manera de asegurarte de que una subasta te beneficia más que otra.

Algunos de los factores que deberías tener en cuenta son los siguientes:

  • Investigación previa. Antes de participar en cualquier subasta es importante hacer una investigación previa sobre las propiedades disponibles, examinar su ubicación, su estado, su historia de propiedad y cualquier problema legal asociado; es decir, intentar tener toda la información disponible a tu alcance, para bien o para mal.
  • Establecer tus criterios de inversión. Tienes que definir tus objetivos de inversión, ya sea obtener ingresos por alquiler, plusvalía a largo plazo o cualquier otro objetivo, lo que ayudará a filtrar las opciones disponibles en la subasta.
  • Evaluar el valor. Es importante determinar el valor real de la propiedad, considerar factores como el valor de mercado, los costos de reparación y cualquier deuda pendiente que pueda afectar al precio final.
  • Presupuesto. Se debe establecer un presupuesto máximo de lo que estés dispuesto a pagar por la propiedad y mantenerte dentro de ese límite durante la subasta. Es fácil dejarse llevar por la emoción del momento, pero es importante mantener la disciplina financiera.
  • Inspeccionar la propiedad. Si es posible, realiza una inspección física de la propiedad antes de la subasta para evaluar su condición actual, esto te ayudará a identificar posibles problemas o necesidades de reparación que pueden afectar a su valor.
  • Analizar la competencia. Observar quiénes son los otros participantes en la subasta y qué están dispuestos a ofrecer. Esto puede darte una idea de cuánto puedes esperar pagar por la propiedad y si vale la pena competir por ella.
  • Considerar el riesgo. Evaluar los riesgos asociados con la propiedad, como problemas legales, disputas de propiedad o problemas de título. Asegúrate de comprender completamente estos riesgos antes de hacer una oferta.
  • Consultar a expertos. Si no estás seguro de cómo evaluar una propiedad o participar en una subasta, considera consultar a un agente inmobiliario, un abogado especializado en bienes raíces o un asesor financiero. Su experiencia y conocimientos pueden ser invaluables en este proceso.

Estos son algunos de los factores a tener en cuenta para que puedas elegir la subasta que mejor te convenga y pujar en ella con la mayor cantidad de información posible.