Á. CABRANES

Cuatro miradas que se convierten en historias; trabajos de grandes profesionales que aún sorprenden porque de ellas se puede aprender. Estas son algunas de las características de los galardonados en la sexta edición de los premios «Principado de Asturias» de Fotografía Profesional, convocados por la Asociación Profesional de Fotógrafos del Principado de Asturias.

Enrique Oliver (Valencia), en el apartado reportaje social, boda; Javier Arrufat (Alicante), en el de retrato; Julián Ochoa (Cádiz), en el de libre creación y Jon Izarra (Vitoria), en el apartado de fotografía industrial, publicidad y moda, han demostrado con sus trabajos que «la fotografía deja de ser un medio para convertirse en un fin que, más allá de la técnica, aporta diferentes interpretaciones en una sola imagen. En definitiva, cuentan una historia», explica Jorge Alonso Molina, fotoperiodista y miembro del jurado del certamen.

El concurso, fallado ayer en el transcurso de un congreso internacional de fotografía que sigue hoy, en la Feria de Muestras, reconoció instantáneas como la del joven Jon Izarra, «un ejemplo de dinamismo en el tratamiento de la luz, con marcada personalidad y en la que puede percibirse la atmósfera que la envuelve», reconoce Alonso Molina. Entre los vencedores, también aparecen nombres consagrados como el del gaditano Julián Ochoa, «uno de los grandes del blanco y negro, cuyos trabajos están cargados de poesía», destaca el miembro del jurado. En el caso de Enrique Oliver, su reconocimiento llegó a través de una foto protagonizada por un original reportaje a una pareja de recién casados, a la que se une una improvisada tercera figura. El galardón para Javier Arrufat se materializa por su retrato «atrevido a una niña tumbada sobre la hierba. Es un continuo juego con los espacios del que se extraen pinceladas de arte japonés», subraya Alonso Molina. Las cuarenta fotografías finalistas del concurso estarán expuestas, hasta el próximo 14 de noviembre, en el recinto ferial Luis Adaro.