Eloy MÉNDEZ

Párroco solidario, activo líder vecinal, organizador de eventos y festejos, luchador incansable por el progreso del barrio... No hay reunión o sarao en Tremañes por el que no se deje caer Cándido Viñas. Símbolo infatigable del movimiento asociativo de la ciudad, el veterano sacerdote recibió ayer el homenaje de los suyos durante el día del socio de la Asociación «Evaristo Valle», de la que forma parte desde hace muchos años. Fue por sorpresa y en un acto sencillo, que emocionó a casi todos los asistentes. La lectura de un breve texto de agradecimiento sirvió para alabar décadas de trabajo al servicio de la comunidad.

«Queremos destacar nuestro más sincero agradecimiento por tu inestimable colaboración en luchas interminables que tanto nos cuesta sacar adelante», afirmaba el escrito, que hacía hincapié en la participación de Viñas en sucesivas juntas directivas durante las tres décadas de existencia de la Asociación «Evaristo Valle», que da cobertura a buena parte de la población de la parroquia, especialmente al vecindario de Lloreda, de marcado carácter obrero.

El homenajeado se mostró muy agradecido durante el acto y volvió a dar muestras de su extrema humildad. Momentos antes, había dejado patente su laboriosidad, al encargarse de dar los últimos retoques del escenario donde se interpretó una obra de teatro por parte del grupo que dirige Carmen Duarte. Después, el día del socio se completó con un pincheo y baile, en el que tomaron parte casi todos los miembros del colectivo, que abarrotaron el gimnasio del centro social de Tremañes.

«Este acto no es suficiente para agradecerte tu trabajo», sentenciaron los vecinos, que, no obstante, ayer saldaron una vieja deuda pendiente con uno de los impulsores de la lucha colectiva en una de las parroquias más reivindicativas.