Sin perder de vista la necesidad de fidelización de nuevos clientes, la empresa Masymas se puso en manos de la tecnológica Vorago para poner en marcha un asistente de información con el que poder mejorar la atención al cliente desde su propio dispositivo móvil al tiempo que se mejoraba también la atención en los puntos de venta. Pero no solo eso. La principal ventaja de este sistema es eliminar las tradicionales tarjetas de fidelización, con la consiguiente reducción de consumo de plásticos además de acercar al usuario, mediante este soporte, los descuentos y promociones de la tienda. "Si el uso de dispositivos móviles se duplica cada año, está claro que el futuro está en nuestras manos", sostiene Nuria Suárez, de Vorago, para justificar la transición a los soportes móviles. Masymas pretende retirar todas las tarjetas de fidelización en el plazo de cuatro años. En ese tiempo confían en lograr la migración de sus clientes al móvil. No obstante, también incluirán terminales en los puntos de venta para aquellos que no hagan uso de sus teléfonos.