El Real Instituto Jovellanos acogió ayer la entrega de premios de su 38.º Concurso de Premios Jovellanos, en la que se dieron cita alrededor de sesenta estudiantes de Secundaria y Bachillerato que presentaron diferentes y originales obras de fotografía, literarias y de dibujo y pintura.

Este certamen, organizado por la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA), tuvo como jurado a parte del equipo docente del centro, que destacó la nutrida participación y la perseverancia de aquéllos que no habiendo logrado ninguna distinción en años anteriores sigan presentando sus proyectos a la cita. Además recalcaron que hubiesen sabido desarrollar y plasmar sus "inquietudes al margen de sus estudios". "Hay trabajos muy bonitos, verdaderas maravillas porque los alumnos se lo toman muy en serio", señaló la presidenta del AMPA, Carmen Díaz.

El concurso, abierto a los alumnos de todos los centros públicos de Gijón, se desarrolló bajo tres modalidades independientes y organizadas en dos grupos en función de las edades. Por un lado, el grupo A para alumnos de primero, segundo y tercero de la ESO y por otro el grupo B para alumnos de cuarto de la ESO y primero y segundo de bachiller. Las disciplinas artísticas para este año contaban con temática concretas dentro de las bases del concurso. Así las cosas, para dibujo y pintura el tema seleccionado fue la concurrencia de motivos asturianos: en fotografía debían realizar instantáneas en plazas y mercados de Gijón; mientras que en el apartado literario la temática era libre pudiendo elegir cualquier género para su redacción.

Antes de emitir el fallo, los presidentes del jurado de cada modalidad aprovecharon para hacer un análisis global de su disciplina con quórum sobre la implicación de los alumnos y la dificultad a la hora de decantarse por un ganador. Ascensión Cabañes, responsable de la sección de dibujo y pintura, les invitó a "la constancia para lograr todos sus objetivos", Hilario Miñanes, portavoz del jurado de fotografía resumió su intervención en que los trabajos aportaos suponían "abrir una puerta al pasado mirando hacia el futuro. Un futuro como el que tenéis vosotros, muy prometedor". Cerró el turno de intervenciones la responsable del área literaria Marta Mori que recordó a sus pupilos que "estamos hechos de palabras y las palabras iluminan el mundo en que vivimos". Marta Mori no dejó pasar la ocasión para recetar a los estudiantes la mejor forma de honrar al autor del Quijote. "El mejor homenaje a Cervantes es abrir uno de sus libros", señaló.

Acto seguido se procedió a la lectura del fallo anunciado los vencedores de cada modalidad y categoría. En fotografía los ganadores fueron Miguel Báez, del grupo A, y Pablo Castañón, del grupo B; en cuanto a la creación literaria Alberto Abejón y Claudia Alvargonzález y en dibujo y pintura Nuria Tuero y Beatriz Domínguez, alumna esta última de la Universidad Laboral pero otrora estudiante en el Instituto Jovellanos. Además se concedió un accésit en la modalidad de dibujo y pintura a Álex Haltrup, que empleó chocolate para dibujar su obra que tituló "Una labor de chocolate". Obras todas ellas muy variopintas, desde Clarín y la regenta, pasando por el urogallo astur, hasta una interpretación surrealista del Niemeyer.

A los premiados del concurso, abierto a todos los institutos públicos de Gijón, se les entregó un diploma acreditativo y un libro por cortesía de la concejalía de Cultura. Milagros Madiedo, directora del Instituto Jovellanos, felicitó a todos los participantes y ensalzó su trabajo aseverando que "demostráis inquietudes y llevaréis a este país adelante". Al término de la ceremonia alumnos de primer curso de la ESO interpretaron bailes típicos renacentistas retrotrayéndose hasta el siglo XVI y simulando formar parte de la corte de Felipe II en homenaje a Miguel de Cervantes en el cuarto centenario de su muerte.